El timo de los rezos curativos

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A veces uno se pregunta, cuando ve un paciente realmente enfermo, si los rezos finalmente son escuchados por algún tipo de Inteligencia Protectora, si alguien o algo no hará un alto al dolor que padece la persona. Finalmente, la evidencia nos enseña que no. Que por más que recemos no sucede nada. Si tiene que morir muere, sino se salva, pero eso es algo en lo cual el rezo no influye.

Igualmente hasta estos días muchisima gente piensa que rezar a Dios o a quien sea puede sanar a las personas.

Hay un experimento que se llama del Gran Rezador en donde se pretende establecer si las plegarias constituyen algún tipo de ayuda para que los pacientes se recuperen. Como sabemos, rezar lo puedes hacer en privado o en lugares establecidos para la oración, tales como Iglesias.

El experimento, totalmente científico, fue desarrollado por el primo de Darwin, Francis Galton. El pudo comprobar si era o no era efectivo rezar por una persona enferma. Observó que cada domingo, en iglesias por toda Inglaterra, se llenaban de congregaciones enteras que elevaban sus letanías al cielo pidiendo publicamente por la salud de la familia real.

En consecuencia, se preguntó, no sin cierta lógica ¿No deberían tales familias reales ser las más saludables del mundo? ¿No deberían ser extremadamente saludables si lo comparamos por ejemplo con nosotros a quienes casi nadie reza por nuestro bien, salvo algún familiar creyente?.

Galton pudo comprobar que no había ninguna diferencia estadística.

"Su intención, podría, en cualquier caso, haber sido satírica, como cuando él rezó en diferentes parcelas de tierra escogidas al azar para ver si las plantas crecían más rápido (ellas no lo hicieron)." (Pg 135 The God Delusion, Richard Dawkins)




Dejo esta foto para que el Vaticano se esmere un poco más con sus rezos. Parece que no están dando resultados ¿O es que no rezan por ellos?. Y si no da resultado, ¿para qué rezar? ¿Para apaciguar conciencias?.


EN TIEMPOS RECIENTES: REZAR ES REZAR, NADA MAS

El físico Russell Stannard -uno de los tres más famosos religiosos científicos de Gran Bretaña- ha propuesto, en virtud del apoyo de la fundación Templeton, para someter experimentalemente este dilema: ¿Rezar ayuda a mejorar a los enfermos?.

Los experimentos, apropiadamente hechos, doblemente ciegos, se efectuaron asignando al azar cada paciente con un grupo experimental que rezara por ellos, de la misma forma un grupo de control estaba dispuesto para que No rezara por ellos.

A nadie se les permitió -pacientes y grupos y doctores - saber cuales enfermos estaban recibiendo rezos y cuales no. Por supuesto que los que rezaban debían al menos conocer el nombre de los enfermos. Pero desde luego, sólo se les dijo el nombre y la inicial del apellido, herramientas más que suficientes para que Dios conociera la cama correcta del hospital e influyera con sus poderes mágicos.

Al respecto Dawkins menciona:

"La mismísima idea de llevar a cabo tales experimentos está abierta a una generosa medida de ridículo, y el proyecto debidamente la recibió. Hasta donde yo se, Bob Newhart no hizo un dibujo sobre esto, pero puedo oír su voz con toda claridad:

¿Qué fue lo que dijiste Señor? ¿Qué no puedes curarme porque soy un miembro del grupo de control?... Ahhh...ya veo, las plegarias de mi tía no son suficientes. Pero Señor; el Sr. Evans de la cama en la puerta de al lado... ¿Qué dices Señor? ¿Qué el Sr. Evans recibió mil plegarias por día? Pero Señor, el Sr. Evans no conoce a mil personas...Ahhhh..ellas se referían a él simplemente como Jonh E... Pero Señor... ¿Cómo sabías tú que ellas no se referían a John Ellsworthy?... Ahhhh...está bien, tú usaste tu conocimiento infinito para averiguar lo que significaba Jonh E.... Pero Señor..."


Con mucho coraje, desatendiendo estas burlas, el equipo de investigadores invirtieron 2.4 millones de dólares del dinero de Templeton, bajo el liderazgo del Dr. Herbert Benson, un cardiólogo del Instituto Mente / Cuerpo, ubicado cerca de Boston. (Huelga decir que si se hubieran invertido esos millones en la salud y alimentación de niños moribundos de África o el resto de los países empobrecidos, hubiera sido más valioso que los ineficaces rezos.)

El Dr Benson estaban convencido que habría algun resultado favorable, pues “creyendo que la evidencia sobre la eficacia de la plegaria intercediente en ambientes médicos está creciendo” daba por hecho que no se podría echar a perder por malas vibraciones escépticas a los costados.

Así, observaron atentamente a 1802 pacientes en seis hospitales, los cuales recibieron cirugía coronaria de bypass.

Los pacientes fueron divididos en tres grupos.

El grupo 1 recibió rezos sin saberlo.

El grupo 2 (el grupo de control) no recibió rezos y sin saberlo.

El grupo 3 recibió rezos y lo sabía.

El objetivo de los grupos 1 y 2 era constatar la eficacia de las plegarias con el sistema doble ciego. El grupo 3, examinar los probables efectos psicosomáticos de saber que están rezando por uno.

Los rezos fueron hechos por las congregaciones de tres iglesias ( una en Minnesota, una en Massachusetts, y una en Missouri). Desde luego, todas distantes de los tres hospitales. Entre sus plegarias se encontraba esta misiva para Dios:

"por una exitosa cirugía con una rápida y saludable recuperación sin complicaciones".

Bueno, después de tanto alboroto, ¿Qué pasó?. 
 
Los resultados salieron en la revista científica American Heart Journal en abril de 2006. Y no había medias tintas. Se comprobó que no había diferencias entre aquellos pacientes por quienes rezaron que por los que no recibieron rezo alguno.

Pero - hete aqui - los pacientes que sí sabían que estaban rezando por ellos sufrieron significativamente más complicaciones que aquellos que no tenían idea que estaban rezandoles.

Al respecto Dawkins se pregunta:

"¿Estaba Dios infligiendo un poco de castigo para mostrar su desaprobación de la totalidad de tan excéntrica empresa? Parece más probable que aquellos pacientes que sabían que se estaba rezando por ellos sufrieron como consecuencia de un estrés adicional: “ansiedad de desempeño”, como dijeron los experimentadores. El Dr. Charles Bethea, uno de los investigadores, dijo: “Puede haberles producido incertidumbre, al hacerles pensar: ¿Estoy tan enfermo que ellos tuvieron que llamar a un equipo de rezadores?”"

En efecto, cómo he contado hace tiempo en una historia sobre la brujería, a veces el poder de creer en algo nos juega en contra y muy duramente. De modo tal que sin conocer el grado de sugestibilidad e impresión que tenemos con nosotros, creer por el mero hecho de hacerlo puede costarnos caro.



CONCLUSION

Estos ejemplos demuestran que el rezar no sirve para nada, al menos al paciente enfermo (si probablemente el que reza se consuele por ensimismarse y olvidarse por un momento de los problemas, pero prefiero leer un buen libro para esto)

El rezo, como lo veo yo, es una reacción natural cuando las circunstancias de la vida se van de nuestras manos. A veces, pueden ocurrir "milagros" (coincidencias en el tiempo y en el espacio de hechos que nos marcan), la curación a través de los medicamentos que terminan haciendo efecto y que preferimos achacarselo a Dios, la sanación a través de la armonía con nuestro cuerpo físico, o la cura por sugestión y el efecto placebo que también adjudicamos a Dios.

En todo caso, y sea cual sea la razón, nosotros somos los únicos responsables de estos actos. Dios no interviene, nunca hizo falta, y por lo que a mi respecta, su ausencia está clara en este mundo.





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