Hace un par de años viajé a California, Los Ángeles, concretamente estuve en Hollywood intentando vivir un tiempo, buscando empleo. En fin, viendo las posibilidades que podía ofrecerme trabajar y vivir en un país donde no dominaba a la perfección su lengua.
En este Blog retraté mi periplo. Lo que no mencioné es mi visita al exótico Museo de Ripley.
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| La falsa sirena. |
En una época se la consideró algo auténtico y que demostraba que los mares estaban habitados por esta clase de seres. Pero el fraude cayó solo.
Luego vemos, en el mismo museo, esta calavera de dos cabezas, que ejemplifican esos nacimientos extraños y abominables de los cuales la historia se ha encargado de documentar bien.Son el ejemplo, esta vez sí, de que la naturaleza biológica no sigue un plan definido, sino que existe una profunda selección natural en todo y a veces, se producen tales errores genéticos.
Hay casos actuales que son interesantes observar.
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Pero lo que más me llamó la atención es la magia que hay en todo ello. Y he ahí el porqué escribo este post.
En el Museo pude ver docenas de efectos de ilusionismo usando espejos, reflexiones en cristales y las viejas “linternas” de efectos fantasmagóricos.
En la foto que se aprecia aquí arriba se ve un brocal donde aparecía un Duende y luego de decir unas cuantas cosas, se volvía a meter en el brocal y desaparecía.
El efecto era visualmente fantástico e imaginé en una época de oscuridad lo sencillo que hubiera resultado convencer a cualquier persona, con un poco de humo y luces y diálogo sugestivo que era una presencia del Otro Lado(aquí debajo una foto del efecto lo mejor que pude tomarle, en otro tipo de juego).
Pero allí, en Hollywood, bastaba elevar la vista por encima y notar la “linterna” proyectora de imágenes, el cristal donde impactaba y los ángulos apropiados para la reflexión y el efecto visual sobre el brocal.
Recordé todo esto ayer cuando veía el documental La Ciencia de la Magia, donde se habla de esto mismo y se lo explica con mayor detalle.
Hoy día ningún ilusionista puede negar que la ciencia va de la mano de la magia, y muchas veces experimenta con adelantos científicos para crear invenciones novedosas en el ámbito de la ilusión.
Como ilusionista amo este arte y me parece que es la más perfecta combinación de psicología, tecnología, química, iluminación, matemáticas, óptica y muchas otras ciencias más.
Si de algo estoy orgulloso es haber estado tantos años de joven estudiando este secreto arte yendo a conferencias, congresos, charlas de magos, casas de magia, etc.
Esto de algún modo me condicionó a no aceptar la realidad que se nos presenta, y dudar de muchas cosas. He comprobado por mi mismo que lo imposible puede ser posible, pero en un ámbito manufacturado por ilusiones.
En Hollywood lo han logrado “domesticar” este arte. Hasta un grado que realmente es digno de admiración y , para mi, representa la mayor creación humana.
Cuando estás en Universal Studios, no puedes dejar de sustraerte a esa magia que todo lo envuelve. Es como vivir en la realidad las películas. Es algo que no tiene palabras. Hay un orden combinado exquisitamente con efectos de toda clase que simulan desastres naturales, guerras acuáticas o incendios incontrolables.
En el Museo pude ver docenas de efectos de ilusionismo usando espejos, reflexiones en cristales y las viejas “linternas” de efectos fantasmagóricos.
En la foto que se aprecia aquí arriba se ve un brocal donde aparecía un Duende y luego de decir unas cuantas cosas, se volvía a meter en el brocal y desaparecía.
El efecto era visualmente fantástico e imaginé en una época de oscuridad lo sencillo que hubiera resultado convencer a cualquier persona, con un poco de humo y luces y diálogo sugestivo que era una presencia del Otro Lado(aquí debajo una foto del efecto lo mejor que pude tomarle, en otro tipo de juego).
Pero allí, en Hollywood, bastaba elevar la vista por encima y notar la “linterna” proyectora de imágenes, el cristal donde impactaba y los ángulos apropiados para la reflexión y el efecto visual sobre el brocal.
Recordé todo esto ayer cuando veía el documental La Ciencia de la Magia, donde se habla de esto mismo y se lo explica con mayor detalle.
Hoy día ningún ilusionista puede negar que la ciencia va de la mano de la magia, y muchas veces experimenta con adelantos científicos para crear invenciones novedosas en el ámbito de la ilusión.
Como ilusionista amo este arte y me parece que es la más perfecta combinación de psicología, tecnología, química, iluminación, matemáticas, óptica y muchas otras ciencias más.
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| Se supone es un auténtico Kit contra vampiros: foto SJ. |
Si de algo estoy orgulloso es haber estado tantos años de joven estudiando este secreto arte yendo a conferencias, congresos, charlas de magos, casas de magia, etc.
Esto de algún modo me condicionó a no aceptar la realidad que se nos presenta, y dudar de muchas cosas. He comprobado por mi mismo que lo imposible puede ser posible, pero en un ámbito manufacturado por ilusiones.
En Hollywood lo han logrado “domesticar” este arte. Hasta un grado que realmente es digno de admiración y , para mi, representa la mayor creación humana.
Cuando estás en Universal Studios, no puedes dejar de sustraerte a esa magia que todo lo envuelve. Es como vivir en la realidad las películas. Es algo que no tiene palabras. Hay un orden combinado exquisitamente con efectos de toda clase que simulan desastres naturales, guerras acuáticas o incendios incontrolables.
