Siempre se habló de vampiros parisinos, rumanos, en suma, europeos. Pero ¿por qué no hablar de aquellos que podrían poblar la geografía de un país sudamericano como Argentina?.
¿O sólo los chupasangres son oriundos de Transilvania y todos esos países eternamente gélidos.?
Pablo de Santis escribió, a mi modo de ver, una novela espectacular sobre el género del vampirismo. Romántica. De suspenso. Fantasiosa. Con un muy bien logrado desarrollo de los personajes que, tras su lectura, parecen cobrar una vida independiente.
No reescribe el género, pero casi. Es una nueva forma de ver a los vampiros. Los anticuarios son algo así, pero también otra cosa mucho más siniestra.
No adelanto al lector la trama. Sólo la recomiendo. Pues, aunque ha pasado bastante tiempo desde que la leí (años, diría), sus personajes siguen en pie en la memoria. Y la historia, con su melancolía final, me hace dar cuenta que es una obra valiosa escrita desde un reducto del corazón.
Es de las que el tiempo no alcanza a devorar jamás. Como los Anticuarios mismos. Claro.
¿O sólo los chupasangres son oriundos de Transilvania y todos esos países eternamente gélidos.?Pablo de Santis escribió, a mi modo de ver, una novela espectacular sobre el género del vampirismo. Romántica. De suspenso. Fantasiosa. Con un muy bien logrado desarrollo de los personajes que, tras su lectura, parecen cobrar una vida independiente.
No reescribe el género, pero casi. Es una nueva forma de ver a los vampiros. Los anticuarios son algo así, pero también otra cosa mucho más siniestra.
No adelanto al lector la trama. Sólo la recomiendo. Pues, aunque ha pasado bastante tiempo desde que la leí (años, diría), sus personajes siguen en pie en la memoria. Y la historia, con su melancolía final, me hace dar cuenta que es una obra valiosa escrita desde un reducto del corazón.
Es de las que el tiempo no alcanza a devorar jamás. Como los Anticuarios mismos. Claro.