Como sabrán, mi opinión sobre la historia de Helvetius, en este ultimo tiempo, se ha vuelto razonablemente escéptica. He llegado a considerar que se trató de un engaño literario, donde una historia de ficción se intentó colar como non-fiction.
En el propio relato de Helvetius, en su Becerro del oro, se desprende que el autor tenía conocimientos sobre la estrella del régulo (que se fabrica con los dos misteriosos minerales) y la operatoria que más o menos explica Alexander von Suchten en su opúsculo sobre el antimonio.
El conocimiento estaba circulando en la época. Suchten creó escuela de pensamiento sobre la posibilidad de hallar en el antimonio una Medicina Universal o, como le llamó, Oro Médico.
Sin embargo, e imploro a los historiadores que me leen que arrojen luz a esta especulación mía, he llegado a pensar que todo el relato del visitante anónimo que se presenta en la puerta de la casa de Helvetius es una alegoría de la operación metalúrgica que estaba en auge por entonces, de la mano de Suchten, Basilio Valentín, y tantos otros alquimistas.
Porque el hombre que supuestamente visita a Helvetius, llamado Elías el Artista, en un momento de la reunión, le enseña bajo sus abrigos unos lingotes de oro, y dice esto mismo (lo acabo de traducir el texto del latín que gentilmente me facilitó mi amigo Baltazar):
...abrió su pecho, debajo del cual llevaba cinco grandes barras doradas colgantes que completan la grandeza del espacio interior del mundo, donde los respetos del color y la flexibilidad Resplandeció la mayor diferencia entre su propio oro y el mío. Y luego había inscrito en una lámina de hierro las palabras de abundancia,...
Llevaba un abrigo oscuro y debajo, los lingotes, que se encarga de decir que no eran como el oro vulgar. Esto es lo mismo que se ha dicho del régulo de antimonio: que en su núcleo se alberga un oro filosófico, distinto del vulgar, más valioso.
Este oro no es otro que el fuego del hierro que es la materia con que se prepara el Régulo. De este parecer es el erudito y mentor de Fulcanelli, Pierre Dujols.
En el texto transcripto se lee que había una lámina de hierro con las palabras de abundancia…hierro sinónimo de abundancia, de la misma manera que se ha interpretado al oro durante siglos.
Esto nos estaría diciendo que todo el relato de Helvetius es una ficción novelada con el objetivo de transferir un conocimiento secreto. Algo usual de encontrar en la literatura alquímica.
Respecto a los protagonistas minerales que utiliza, sabemos cuales son y este es el texto del original en latín, publicado en 1702 , unos 36 años del supuesto día en que un alquimista adepto lo visitó.
Mientras tanto, sin embargo, le pedí con vehemencia información una y otra vez, si esta Obra Filosófica se ahorraría el gasto de más dinero y la larga demora de mucho tiempo. Oh amigo, respondió, todo lo puedes hacer con cuidado y diligencia; esto, empero, se hará en poco tiempo, sin grandes gastos, ni mucho tiempo. En cuanto a la Materia de la que se completa el Arcano, digamos, caso quisiera dar solo dos Metales y Minerales, de los cuales se debe preparar, porque abunda mucho mas en estos Minerales de azufre filosófico. Por lo tanto, está hecho de minerales. Pero le pregunté dos veces; Respondió cual sería el menstruo, y si la operación se hacía en copas, o bien en crisoles: el menstruo es Sal de una cierta virtud celestial, por cuyo favor los Filósofos alaban sólo al Corpus Metalicum terrenal, y lo alaban inmediatamente desde que conduce al Elixir Noble de los Filósofos. Y en el crisol, desde el principio hasta el final, incluso en el fuego abierto, se completa la operación: La obra es verdadera. Entonces no más de cuatro días desde que comienza y se consume por completo, en que toda la obra no se gaste más de tres florines. Y argumenta que ni el mineral a partir del cual, ni la sal a través de la cual, se vuelve de gran valor. .. "
Más adelante añade más detalles.
Basta que os lo haya dicho, pero no sabéis cómo hizo el Filosofo la llave y volvió a romper el sello de cristal de Hermes, en el cual el Sol, con sus rayos metálicos, emite un esplendor maravillosamente coloreado, y en cuyo cristal los ojos de Narciso contemplan los Metales transmutables, y de cuyos rayos el Adepto recoge el Fuego, cuyos Metales tesoros están fijados en el marco fijo.
Como podrán apreciar los entendidos, hay ligeras diferencias con las traducciones. En una, la italiana, se habla incluso del mineral de huevo; en otra de que la obra lleva 4 horas. Pero la genuina en latín dice lo que acabo de escribir.
Mi opinión es que esta operación la consideró genuina Helvetius, y le pareció prudente inmortalizarla para la posteridad con aquel relato fantasioso y utilizar un trozo fundido de oro como “evidencia” de tal historia.
Pero si realmente los sucesos hubieran pasado no habrían sido transcritos y mucho menos alguien en poder del secreto de fabricar oro a voluntad hubiera siquiera escrito un mínimo del procedimiento. ¿Usted brindaría, si la supiera, la fórmula para ser millonario si la conociera? ¿Enseñaría cómo fabricar dinero a voluntad si tuviera una máquina para hacerlo?
Por lo demás, las trazas de la influencia de Suchten se perciben en toda la obra de Helvetius. Como estas afirmaciones:
“sabed que el antimonio saca el alma de Marte (hierro)”“(el) Mercurio de Marte que no es nada más que Sol”“debes comprender qué es ese fuego que purifica y digiere el antimonio mágico, es decir, qué es ese Sol Filosófico que llamamos Aurum Potabile (Oro Potable)”
Extrapolemos lo mencionado por Suchten con las palabras que le profiere el visitante ficticio a Helvetius, cuando habla del sol con sus rayos metálicos y el cristal de hermés, que es el nitro fundido, la sal celestial. Lean una y otra obra y verán cuan semejantes son.
Y era lógico: Suchten formó escuela de alquimistas que continuaron su línea de pensamiento convencidos en el poder del régulo marcial de antimonio, y cómo podía transferírsele su virtud, su sol oculto, a otra materia, como por ejemplo mercurio vulgar. Helvetius prefirió usar el nitro como receptáculo, dando a lugar a que la materia refractaria fuera citada por Fulcanelli como fundamental reservorio del sol, en su memorable frase : "atrapad un rayo de sol"...
A lo que voy es que la analogía de hierro = Sol se encuentra desperdigada en estas obras y los alquimistas que los precedieron continuaron esa linea de ideas metalúrgicas.
Estos fueron Limojon de Saint Didier, George Starkey (Ireneo Filaleteo), Boyle, Newton, Dujols, Fulcanelli, Canseliet y un largo etcétera.
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| El Sello de Cristal de Hermes, el nitro, coloreándose con los rayos metálicos. Foto de SJarré |
Indudablemente, por los relatos de Basilio Valentín, una medicina podría ocultar el reino mineral, especialmente el antimonio, pero ¿realmente una Piedra que vuelve los metales vulgares en oro? ¿O una medicina que cura todas las enfermedades?. Déjenme ser escéptico en esto.
Y no olvidemos que Suchten, con medicina y todo, ese Oro Médico que dijo restablecía el bálsamo de la vida (otro paralelo con el relato de Helvetius) en realidad murió joven, a los 55 años.