La piedra filosofal del Plomo

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El otro día revisaba mis apuntes sobre la vía que propone el manuscrito de San Dunstan y lo que explica George Ripley en el libro de Bosom. Prácticamente son un calco. 
 
Se inicia con una goma a la que se le practica una pirolisis. He hecho muchos acetatos de todos los metales podría decirse, y el único que da una goma es el plomo. Incluso nos dice más el libro de Bosom: 

“El Sericon será coagulado en una goma verde” 

Hasta aquí pensaríamos como el buen amigo LW Osburn y dirigiríamos nuestra mirada a los vegetales. Sin embargo, hay otros detalles que nos llevan a pensar en el plomo (pueden ver en mi libro Cazador de Quimeras todo el proceso y los muchos procesos con el plomo). 

Primeramente dirán que el plomo, su litargirio, no es verde. Pero yo responderé que no es verde si se lo lleva a la calcinación extrema, entonces se vuelve litargirio. Pero existe un punto medio que queda de color verdoso y cuyo acetato es una goma verde. 

De hecho, si hacemos desde el litargirio nuestra goma, queda una goma roja, otra característica que vemos en Isaac Hollandus , Becker, etc. 

Lo interesante es que tanto Ripley como Dunstan nos dice que al aplicar una destilación destructiva a esta materia sale un vapor blanco, lechoso: 

“Nótese también, que desde la primera aparición del Humo Blanco, el fuego debe ir aumentando discretamente poco a poco: Este mismo tiñe el Receptor con cierta humedad espesa y lechosa que es la Luna”  Dunstan Manuscrito

De igual tenor es Ripley. De hecho, pueden comprobarlo ustedes en estas imagenes: es la humedad espesa y lechosa.





Tras la aparición de este líquido blanco, color que se destaca en las fotografías, con el aumento de calor surge un aceite rojo denso, que cae sobre el licor blanco (si no tuviste la prudencia de separarlo antes) : Y dice al respecto Ripley

“Luego aumenta tu fuego poco a poco hasta que el humo que sale sea rojizo; luego continua el fuego mayor hasta que caigan gotas como sangre….” 

Si se fijan en este video, de mi destilación al azúcar de plomo, es literal lo que acontece: 




Esta configuración de Goma, Leche Blanca, y Aceite Rojo, únicamente nos la da el plomo. Pero si no es suficiente para identificar la materia remota de partida, el mayor detalle lo encontramos en la descripción de las heces, cuando dice Ripley

“Luego tome todo el resto de las heces negras antes mencionadas o Dragón Negro y extendiéndolas algo delgadas sobre un mármol limpio u otra piedra adecuada, y ponga en un lado de la misma un carbón encendido, y el fuego se deslizará a través de las heces en media hora y las calcinará en un color citrino muy glorioso para la vista” 

Lo mismo dice San Dunstan: 

“Tomar las Heces que quedan en el fondo, tan pronto como estén frías; porque son nuestro pico cruzado, mucho más negro que la brea, que puedes incendiar poniéndole carbón encendido; de modo que serán calcinados por sí mismos en una Tierra Amarillísima” 

Y ahora véanlo en video: 



 
Esta configuración no sucede con los acetatos de los vegetales. Jamás se ponen amarillos al menor calor. Es decir,  en este caso en particular vuelve a convertirse en oxido de plomo cuando se calcina. Lo que daría pie a explicarnos el Ouroboro. Y no sucede con ningun otro acetato metálico. 

¿Estamos entonces en presencia de la materia de la Piedra Filosofal? 

Incluso el Dr Becker nos dice que Basilio Valentín afirmaría que el plomo es la materia, y Hollandus recalcaría que el peso de la Piedra está en el plomo. Además que en el pasado no valia nada, incluso las monedas de plomo las tenían tanto el rico como el pobre, porque no valían gran cosa. Y en las 12 llaves de la filosofía de Basilio Valentin nos habla de una materia que tiene el blanco y el rojo en su configuración , y de la cual, por medio de Vulcano, sale un fuego volatil (acetona). ¿Qué más hace falta entonces, dirán algunos lectores?.

Y sin embargo, otros textos de quimistas de la época se encargaron de examinarlo. Estas deducciones y experiencias que demuestro no son únicas. No soy brillante al atar cabos. Otros lo han hecho en el pasado. 

El primero que lo trabajó , y del cual proviene el hallazgo de la acetona, fue Andreas Libavius





Lo trabajó ampliamente el plomo y sus acetatos para obtener la Piedra Filosofal. Sin embargo, pasó a la posteridad como el descubridor de la acetona, que es el líquido que se obtiene tras hacer la pirolisis al plomo, y no como adepto.

En los siglos que vinieron, no hubo una sola persona que pudiera lograr la Piedra trabajando por estos métodos de acetatos de plomo. Los procesos que explican aquellos manuscritos, entre otros muchos, son demasiado explícitos como para que en siglos no se haya alzado nadie con el secreto. 

Y es que, justamente , y a mi humilde entender, el problema está en lo explícito. Dar con la goma, a poco que se prueben acetatos, se logra. Lo mismo la configuración de vapor blanco, rojo y heces que con calor se ponen amarillas. 

Esto no sucede en el reino vegetal, ni con otros metales. De hecho, el estaño, uno de los candidatos que algunos pensaron podría tratarse, no se disuelve su óxido en vinagre, se necesita sublimarlo y abrirlo. Y no da una goma, ni tampoco la configuración que buscamos. 

Una idea que ha gravitado en varios alquimistas es que el plomo es la única materia que puede contener la energía radiactiva. Y siendo así, y considerando que la transmutación será una pequeña fusión nuclear en el crisol, el plomo sería lo único capaz de contener esto y tal vez provocarlo. Por esa idea de que lo que contiene también lo contiene. 

En suma, los años seguirán pasando, el plomo no quedará en desuso y seguirán experimentando estos procesos hasta el hartazgo, como explican aquellos explícitos manuscritos.

Por otro lado, en la actualidad no faltará quien lea estos experimentos y, arrastrado por la corriente espiritualista, diga "te equivocas". El alquimista, dirá, buscaba su propia conversión y no la de la materia, como por ejemplo Juan Atienza dice en su libro sobre Los secretos de la alquimia

En general tales afirmaciones son de personas que no alzaron un matraz en su vida, y son corrientes de pensamiento que se derivan del renacimiento del ocultismo victoriano, como muy bien explica Lawrence Principe  y William R Newman en su obra Some Problems with the Historiography of Alchemy".

La alquimia, como explicó en Al-quimera, fue siempre experimental con sustancias, en un entusiasmo inusitado por descubrir los secretos de la naturaleza, bajo la constante observación del hombre antiguo que sin celular, ni redes sociales, pasaba sus días en plena contemplación de la naturaleza intentando penetrar en sus transformaciones. Esta continua observación de la naturaleza dio lugar al desciframiento de muchas materias que hoy día hacen nuestra vida más amena y ayudan a eliminar el sufrimiento humano.

El resto, la transformación metafisica del alquimista, la psicologia y la alquimia, son conceptos de personas teoricas que no rebuscaron jamás en la auténtica historia de la alquimia y desde apoltronados asientos disertan cómo debe ser la alquimia, una alquimia que les queda cómodo a ellos.







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