Todo, a fin de cuentas, muere. Incluso el universo.
A más de 160.000 años luz de distancia, aquella estrella 2000 veces más masiva que el Sol está muriendo.
Esta es la imagen, donde se revela detalles de su final, y nos lleva a plantearnos que es la pérdida de gas lo que las hace apagar y morir a las estrellas.
El gas, es el alma de la estrella, y se va perdiendo lentamente a lo largo eones de tiempo.
Muy semejante, sospecho, a eso que vamos perdiendo nosotros con el paso del tiempo y nos marchitamos en la vejez como una pasa de uva.
Esta estrella, conocida como WOH G64, está lanzando enormes cantidades de gas y de polvo y tanta cantidad que ha formado alrededor suyo una suerte de capullo que nos recuerda al Ojo de Sauron del Señor de los Anillos.