
Tenía 105 años. Y, como todo mortal que se precie de serlo, falleció. Su nombre: Horacio Coppola. Su tarea, única: enseñó el ineludible paso del tiempo de una ciudad, de Buenos Aires.
Sus fotos tienen algo de melancolía, de tristeza, de algo que ya no está ni volverá a estar pero que uno quisiera volver a ver.
No tomaba fotos. Robaba momentos a la eternidad.
Sus fotos tienen algo de melancolía, de tristeza, de algo que ya no está ni volverá a estar pero que uno quisiera volver a ver.
No tomaba fotos. Robaba momentos a la eternidad.
La boca

Cangallo y Florida

Medianoche de un sábado porteño
La Boca.
La vuelta de Rocha
Una calle en la noche de Buenos Aires
Atardecer en el Río de la Plata

Avenida de Mayo entre Bolivar y Perú

Riachuelo en la Noche de 1936

Rivadavia y Misiones

Plaza de la República, Día de la Bandera, Buenos Aires 1936
