En mi libro Cazador de Quimeras, propuse la hipótesis de que el alquimista, tras pasar enfrascado muchos años, incluso toda la vida, deseando concluir la Gran Obra, y depositando toda una serie de pensamientos – meditaciones/oraciones – sobre el alcance del elixir, finalmente al creer que lo concretó y beberlo adquiere todo aquello que imaginó. No por la sustancia en si, sino por sus acumulados deseos a lo largo de los años. Lo que se llama la "intención" o mejor dicho "sugestión".
Entonces suceden testimonios como los que rescato en mi libro, donde el alquimista dice ver , tras la ingesta del elixir, cosas que estuvieron en el mundo escondidas a la mirada del vulgo. Adquiere experiencias misticas, revelaciones sobre entidades sobrenaturales rodeándonos.
Todo esto tiene una amplia relación con el DMT que , en teoría, se produciría por la Glándula Pineal bajo cierto estado de estrés.
¿Por qué la Pineal? Como dice el Dr Rick Strassman:
“La glándula pineal contiene los elementos necesarios para producir la DMT”
Y añade:
“Por ejemplo, posee los mayores niveles de serotonina de todo el organismo, un importante precursor de la melatonina producida por la glándula pineal. Esta glándula tiene la capacidad además de convertir la serotonina en triptamina, lo que es un paso decisivo en la formación de DMT”
Me resulta interesante, además, constatar con este doctor que estudió por más de cinco años con voluntarios a los que inyectó DMT que diga que incluso a través de estados de oración o meditación se pueda liberar una experiencia psicodélica de DMT en el organismo dando por resultado visiones sobrenaturales.
“La meditación o las oraciones también pueden suscitar estados de conciencia profundamente alterados. La producción de DMT por la glándula pineal podría ser la base de estas experiencias místicas o espirituales”
Para confirmar mucho de esto hizo varios estudios, y llegó a la conclusión que en pacientes con esquizofrenia la presencia de DMT es mayor que una persona normal. Y como tenemos una enzima (MAO) que acaba con la DMT , especula que quizá estas personas tienen defectos enzimáticos que hacen que no se destruya toda la DMT endógena del cuerpo y por lo tanto produzcan experiencias sobrenaturales (psicodélicas).
Pero lo que más me llamó la atención fue aquello de que nuestro estado receptivo influya en ciertos fármacos.
“En los experimentos de esa época se administraron a los voluntarios inyecciones con distintas dosis de adrenalina, la hormona de la lucha o huida, a la espera de diversos resultados. La adrenalina tuvo un efecto tranquilo y relajado en los voluntarios a quienes se les dijo que había recibido un sedante. Si se les decía que la droga experimental era estimulante, los voluntarios sentían ansiedad y energía típicas de esa hormona”.
Esta quizá sea la explicación, que comprobé empíricamente, a por qué algunos psicodélicos no hacen efecto en algunas personas no receptivas a ellos. En mi caso, experimentalmente fumé en dos ocasiones marihuana, aspiré profundo, no detecté ningún efecto, ni relajación ni cambio de humor, absolutamente nada. Lo mismo la DMT : sola y con marihuana, el efecto fue nulo. No se me abrió la Matrix ni vi a Morfeo. Solo me sentí profundamente decepcionado.
Tantos videos viendo como fumaban y contaban sus viajes a la otra realidad. Mi marco receptivo fue demasiado firme - sospecho - para que me altere la sustancia, o tengo muchas enzimas que la acaban apenas ingresa a mi organismo, aun por vía de cigarrillos (porros).
Esta es la única explicación que he encontrado.
Pero volviendo a Cazador de Quimeras, la teoría propuesta parece condecirse con los modernos trabajos científicos sobre DMT. Imaginen que basta decirle a alguien “te estoy inyectando un sedante” cuando es adrenalina, para que “sienta” al sedante. ¿Qué podría entonces pasar si te repites una y otra vez, a lo largo de toda tu vida, que lo que estás por fabricar te abrirá el tercer ojo y verás la matrix? Simplemente generaras la posible descarga de DMT de tu propio cerebro.
Como dice Strassman:
“En la glándula pineal puede ocurrir un proceso de resonancia similar al del vidrio que se quiebra, aunque no tan destructivo. La glándula pineal empieza a “liberar” frecuencias que debilitan sus múltiples barreras frente a la formación de DMT: el escudo celular, los niveles de enzimas y las cantidades presentes en la glándula pineal del compuesto que destruye el DMT. El resultado final es una oleada psicodélica de la molécula del espíritu, lo que crea los estados subjetivos de la conciencia mística”.
A propósito, el alquimista que entrevisto en mi libro que al beber el Elixir (fabricado con oro y rocío) comienza a ver el mundo desde otra perspectiva, con sus entidades sobrenaturales presentes rodeándonos, practicó meditación muchísimo tiempo. Y parece, según Strassman, que eso promueve la liberación de DMT a lo largo del tiempo.
La investigación continua, pero es curioso que todo sea, al fin y al cabo, cuestión de química. Aun ante las experiencias más sobrenaturales posibles. Pero se preguntará el lector ¿por qué esa química precisamente?. Al final lo veremos
No por nada, decía Strassman, en las experiencias narradas por sus voluntarios inyectados con DMT ante los encuentros con entidades sobrenaturales:
"En mi calidad de psiquiatra de investigación clínica, jugué con la idea de que la regularidad y coherencia de estos informes, y la intensa sensación subyacente de que todo era real, daban a entender que habría una explicación biológica. Estabamos activando puntos especificos de los circuitos cerebrales que nos inducen a percibir mentalmente imágenes y sensaciones. ¿De qué manera explicar que tantas personas tuvieran experiencias similares, de ver a criaturas con aspecto de insectos o reptiles?. Creo que se trataba de alucionaciones muy complicadas, es decir, el simple producto de la química cerebral alterada por la presencia de una droga "alucinogena", parecido a soñar despierto. "
Y añadía un detalle interesante para concluir :
"Conviene señalar que los ojos de varios voluntarios giraban en sus órbitas durante las sesiones con dosis elevadas de DMT, lo que hacía recordar la fase del movimiento rápido de los ojos, que es cuando uno sueña. Quizá la DMT inducía una experiencia onírica en estado de vigilia"
Por supuesto, a sus voluntarios no les gustó ni un poco la explicación biológica. Es como intentar explicar la realidad de estar enamorado: jamás un enamorado pondrá en duda su amor, aunque no sean más que reacciones químicas recorriendo su cuerpo, fomentadas por la selección natural para reproducir la especie. El enamorado siempre lo verá como algo más elevado, reducirlo a algo biológico sería un sacrilegio. Sin embargo, no lo es hasta conquistar el objeto de su deseo. Después perderá lo sublime y aterrizará en la tierra.
Sin embargo, luego el autor plantea por qué razón existe el DMT endógeno en el cuerpo. ¿Qué motivos tuvo la selección natural para incluir, que beneficios tenía para la especie?. Y esboza esta hipotesis:
"Propongo la hipotesis de que las sustancias químicas que el cerebro libera cuando se encuentra cercano a la muerte tienen efectos psicodélicos simplemente porque así es como tiene que ser. Es parecido a preguntar por qué los microprocesadores de computadoras contienen silicio. Es así porque este mineral da el resultado que se requiere de él. Las sustancias producidas por el cerebro en las experiencias cercanas a la muerte tienen efectos psicodélicos porque esas son las propiedades que la conciencia requiere en ese momento. Los compuestos psicodélicos que se liberan cuando se aproxima la muerte intervienen cuando la conciencia abandona el cuerpo. Esa es su función"Recomiendo su libro donde aborda en mayor detalle por qué llega a esta hipotesis, un paralelo entre el nacimiento de la glándula pineal y la liberacion en la gestación de la DMT y lo que se conoce como "fuerza vital" o espíritu que anima los organismos biológicos.
La investigación continua...