Como funciona la autoedición

0



En verdad el tiempo ha pasado (más de 14 años) y nunca creí que fuera tan difícil publicar un libro. He visto mucha gente que lo ha hecho, con edad menor a la mía, y con menos experiencia en el campo literario y no sé que puede estar pasándome. Creo que todo pasa por un tema de contactos, a fin de cuentas.

Recuerdo la primera vez que envié a una editora argentina mi primera novela policíaca escrita allá por 1998. La editora, una bella mujer de ojos azules, cabello corto estilo carré, y largas piernas desnudas por un sinuoso tajo de su pollera, no paraba de elogiar mi novela. Me decía que tendría mucho éxito con la misma.

Me habló de cómo se vendería en el continente, que su lectura engancha hasta el final , y mil elogios más que yo – como intento de escritor – acaparé para mi hambriento ego. Al final, me dijo lo que buscaba de verás con su pose seductora y la lluvia de elogios: que me autopublicara la novela.

Me lanzó precios, en un folleto, y me fui, con mi novela bajo el brazo, humillado.

El tiempo pasó. Y como pasó, escribí más cosas. Porque no puedo dejar de hacerlo, aunque sean los perros y gatos quienes me lean, debo escribir como una necesidad vital.

La segunda novela la quemé. La tercera terminó siendo asado. La cuarta la perdí. La quinta al final no me gustó. Y la sexta decidí autopublicarmela, ya que estaba documentada con varios meses de lecturas sobre la vida de Cristo.

Era un policial , religioso, estilo El Código da Vinci. Y pensé que vendería.

Me animé a la autoedición.

Fui a la editorial Cuatro Vientos y pedí un presupuesto por 500 ejemplares. Diseñé la tapa y les envié el libro (que ni corrigieron, que al poco descubrí con alguna que otra falta de ortografía, acentos en especial, que se me pasaron por supuesto).

Cuando tuve en mis manos la primera prueba galera me emocioné. Y pagué todo lo que faltaba para que saliera cuanto antes.

Me habían prometido distribuirla por varias librerías famosas de Buenos Aires, y esperaba ansioso que sucediera el milagro.

Al cabo de un tiempo, el primer ejemplar lo tuve en mis manos. Me encantó cómo quedó. Y decidí que era tiempo de recuperar la inversión.

Me llevé 200 ejemplares conmigo y dejé el resto para que los distribuyeran en las librerías.

Pero la primer desilusión surgió cuando intenté localizar mi novela en las respectivas librerías. No estaba. Y aunque les pedía a los libreros que la buscaran por nombre y título en la computadora ¡no figuraba en el sistema!

Y sin embargo, tras un prolijo escrutinio, los libros estaban por ahí, escondidos para la vista común, casi perdidos entre túmulos de otros libros, solo visible para el autor que los buscaba y sabía identificar porque él mismo habia diseñado la portada.

El tiempo pasó y decidí ayudar en las ventas. Estaba claro que desde las librerías nadie notaría la novela.

Fui a puestos de diarios y dejé algunos ejemplares. Intenté con otras librerías pero desistí por la burocracia que había y porque, como escritor, no veía lógico tal esfuerzo de mi parte: escribir la obra, diseñar la portada, pagarla para editarla, y encima distribuirla y pasar a cobrar las posteriores ventas. Era demasiado.

Decidí que lo mejor era dejar que el tiempo hiciera su trabajo. Y pasó. Y no tuve más que 15 ventas. Unos 100 pesos gané con la obra. (Cuando invertí más de 3000 en su publicación allá por el año 2006.)

La experiencia me demostró que si no hay aval publicitario de ninguna editorial, autopublicar está destinado al fracaso. No existe eso de encontrar tu libro entre las obras destacadas de escritores de renombre. Tu obra se pierde en los confines de las librerías como una polilla escondida entre la ropa. Sin publicidad nadie, salvo el autor, la identificará.
 
Esta ha sido mi modesta experiencia. He leído que a otras personas les ha ido mejor, pero en el campo del ebook. Pueden aquí leer a una escritora que publicó su libro digital y luego, debido al enorme éxito, fue publicado en papel en tapa blanda. Hay muchos casos así. Por eso probaré suerte por ahí a futuro.

Publicar un comentario

0Comentarios

Telegram del autor:@SJarre