Experimento con el tiempo de Dunne

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Hace tiempo que vengo dele analizar el librito de J.W.Dunne, Un experimento con el tiempo. Difícil de conseguir, y menos de experimentar, pues muchas cosas que narra las hemos vivido alguna vez en nuestra vida. Al menos, yo las he vivido. 

Y desde hace un tiempo intento practicar la memorización de mis sueños a ver adónde me conducen. Descartando la interpretación freudiana o junguiana, queda lo que nos interesa, imágenes residuales de acontecimientos que habremos de vivir. 

Lo que se conoce como Déjà vu, que no es otra cosa que, ni más ni menos, vivir en la realidad diurna un intenso sueño nocturno soñado días, meses, o años atrás. 

Pero veamos de qué trata el libro de J.W Dunne, hombre citado por Borges en sus ensayos (a quien le concedió un prólogo en su libro), y fuente de inspiración de Bioy Casares para su El Sueño de los Héroes.  


J.W. DUNNE : METICULOSO OBSERVADOR DE LA VIDA ONIRICA 

La primera experiencia dilucidadora de Dunne fue con un reloj. Soñó con una hora determinada detenida en un reloj, y al despertar encontró el reloj parado en esa misma hora. Pero a esta experiencia le encontró una especie de explicación para no sobrenaturalizar el episodio. 

La siguiente vez experimentó directamente intentar ver la hora con los ojos cerrados. Una especie de proyección mental en estado casi dormido. De nuevo, acertó con la hora. Confiesa sobre esta experiencia:

En esta ocasión, no había nada que objetar. No tenía más remedio que concluir que estaba en posesión de una graciosa facultar de ver: a través de obstáculos, a través del espacio y doblando las esquinas. Pero me equivocaba.”

Más tarde tuvo otro sueño inquietante. Soñó con tres hombres que venían de la Ciudad del Cabo. Tan bronceados que parecían negros. Casi mueren de fiebre amarilla. Al despertar, chequea el diario y descubre una nota sobre una expedición a Ciudad del Cabo donde de los tres hombres uno había fallecido de una infección intestinal. El parecido con el sueño era muy nítido. 

Link imagen onírica
Sin embargo, Dunne era sincero: tiempo atrás había tenido noticias de que se iba a armar una expedición a dicho país. Su memoria podría haber guardado esa información para emplear luego en una trama onírica.  

Pero luego tuvo otro sueño realmente espectacular. Soñó con una isla a punto de hacer erupción un volcán. Allí morían 4000 personas. Fue una pesadilla desagradable. Al despertarse, al leer el Daily Telegraph, descubrió la noticia que confirmaba aquel sueño. 

Una isla, un volcán, y , en lugar de 4000 personas, eran 40 mil las desaparecidas. Pero Dunne, intentando encontrar una explicación natural a sus sueños casi clarividentes, piensa que en este caso debió tener el fenómeno conocido como paramnesia, esto es, en palabras de Dunne:

" que yo nunca había soñado tal cosa en absoluto sino que al leer el informe del periódico me había brotado en la mente una idea falsa según la cual yo había previamente soñado un sueño que contenía todos los detalles que aparecían en el párrafo mencionado"

Y concluye, en una autocrítica, que el sueño de Ciudad del Cabo debió consistir en algo semejante. Los sueños habían sido precisamente lo que cabría experimentar luego de leer una noticia impactante para uno. 

Pero dos años más tarde, la experiencia que tiene Dunne termina desbaratando estas teorías de falsa memoria o paramnesia. Veamos cual fue.  


LAS EXPERIENCIAS ONIRICAS DE DUNNE 

Dunne sueña que está de pie en una vereda; más allá un golfo profundo cubierto de una espesa niebla. Apenas puede ver lo que tiene dos metros delante suyo, tanta es la niebla en aquel sueño. De pronto ve brotar una especie de lata desde el golfo, es un chorro de agua de una manguera contra incendios. Entonces distingue que hay gente cayendo a montones. Apenas las puede ver a través del humo. Pero el aire viciado estaba “colmado de alaridos, gritos de horror, y demandas de ayuda.” 

El humo se vuelve una masa espesa y negra y lo cubre todo. Se despierta. 

Dunne cuenta que anota en detalle cada aspecto del sueño antes de leer cualquier periódico. Y que, cuando lo lee a la tarde, sale la nota que hace referencia al sueño. 

En un lugar próximo a París había ocurrido un enorme incendio en una fábrica. Por los materiales de la fábrica, creaba espesas columnas de humo, probablemente bien negro como en el sueño. Hubo varios chorros de agua para intentar mitigar el incendio mientras las personas ascendían a balcones para salvarse pero morían en el intento. 

No podía ya explicar este sueño premonitorio, pero no quería caer en la clarividencia o telepatía, pues, para Dunne, aquellos fenómenos parapsicológicos demandaban "demasiadas concesiones para hacer que se ajustara a los hechos". 

El sueño que siguió descartó todo lo referido a clarividencia o telepatía. Y así lo refiere Dunne:

“En efecto, descartó todas las hipótesis paranormales: locura, clarividencia, influencia astral, mensajes de los espíritus y telepatía”.

Pero lo dejó contra algo que mucho más intrigante que lo que aquellas teorías podrían plantear. 

Sueña con un caballo que lo persigue. Primero chequea que está en su corral, que no haya forma de que escape, y se aleja. Pero de pronto advierte los cascos del animal y descubre que viene hacia él. Corre por un sendero hasta una escalera que asciende a vaya uno a saber dónde y ahí despierta. 

Al otro día va a pescar con su hermano y descubre la escena del sueño en un caballo. Al respecto refiere Dunne:

Sin embargo, aunque era muy parecida en lo esencial, era absolutamente diferente en cuanto a sus detalles menores"

Estaba el sendero, el campo, y la verja con la escalera. Pero diferencias de tamaño en una u otra cosa no hacían exacta la escena del sueño con la realidad. 

Pero sucede lo mismo que en el sueño: asegura que el caballo está en el corral, sigue pescando con el hermano , y de golpe advierte que de alguna manera se ha escapado y viene en dirección hacia ellos. 

La realidad no se convierte en la pesadilla donde el caballo lo corre, pero les ocasiona un susto suficiente para meterse en el lago hasta que el animal se calma.  



LOS SUEÑOS DE DUNNE SOBRE ACCIDENTES Y UNA IDEA 

Dunne se da cuenta que en realidad no ve el futuro ni tiene ninguna percepción extrasensorial. Lo que ha tenido son sueños simples. Pero al tenerlos antes de percibir los acontecimientos tienen una apariencia premonitoria. Refiere:

Es decir, si hubiesen sucedido durante las noches siguientes a los acontecimientos, no tendrían nada de extraño y hubiesen tenido tanto de verdadero como de falso en relación con las experiencias diurnas que habían dado lugar a ellos, como cualquier otro sueño; o sea, muy poco."

Y entonces razona: aquellos sueños eran vulgares sólo que desplazados en el tiempo. 

Pero todavía no había llegado a la respuesta a ese misterio. Fueron otros dos sueños más los que lo ayudaron a comprender lo que sucedía. 

En uno sueña con un accidente aéreo que se produce en la realidad con una persona que él conocía. En otro, un accidente ferroviario donde se descarrila un tren y que descubre en la realidad. Pero no lo descubre al otro día éste último, sino que en el sueño sabe – con esa facultad que tienen los sueños donde se sabe todo sin saber cómo - que sucederá en primavera, y es en tales fechas que acontece.  


EL EXPERIMENTO CON EL TIEMPO 

Dunne comienza a pensar que lo que le sucede debe ser una especie de desplazamiento en la dimensión del tiempo. Sabe que sólo podrá experimentar consigo mismo, y por eso, su experimento se torna muy meticuloso. 

Se da cuenta que todo consiste en observar la conexión entre el sueño y la realidad para apercibirse de que a menudo se sueña con eventos triviales o importantes, pasados, futuros, y entremezclados en el sueño. 

Tiene una especie de Dejá Vú con un candado que ve en un diario, y recuerda, al instante, el sueño de la noche pasada con un candado. Lo mismo, un bombardeo relacionado con un sueño. Y así lo declara:

¿Y qué pasaba entonces con esa extraña sensación, que casi todos nosotros hemos sentido alguna vez, de que, de pronto, tenemos la palpable y perturbante convicción de que algo que está teniendo lugar en ese preciso momento ha sucedido antes?” “¿Y qué hay de esos sueños que, después de haberlos olvidado completamente , de pronto, y sin razón aparente, recordamos durante el día? ¿Cuál es la asociación que los trae a la memoria y los hace presentes?

Entonces lanza su teoría de la siguiente manera:

¿Era posible que los sueños - los sueños en general, todos los sueños, los sueños de todo el mundo - estuvieran compuestos de imágenes de experiencias pasadas e imágenes de experiencias futuras mezcladas en proporciones aproximadamente iguales?”.

En efecto: soñar con el rostro de la chica que conocimos ayer pero con los ojos y la forma grácil de vestir de la que conoceremos mañana. 

Dunne se pregunta si estar despiertos no nos obliga a contemplar el presente eludiendo la posibilidad de vislumbrar el pasado o el futuro aunque estos siempre estuvieran fluyendo en nosotros.  


COMO EFECTUAR UNO MISMO EL EXPERIMENTO CON EL TIEMPO 

La mayoría de las personas, al despertar no recordamos gran cosa del sueño. Salvo que se haya tratado de un sueño excepcional o una pesadilla, al poco olvidamos todo

Por eso, Dunne aconseja tomar notas detalladas, apenas nos despertamos, de nuestros sueños. Y luego, mediante este registro empírico detallado del sueño compararlo con el evento que se asemeja en la realidad

Sobre la corroboración en la realidad dice que pueden pasar de 1 a 2 días como 20 años. Depende el contenido del sueño, la extrañeza y lo inusual del mismo. 

También habla de la absorción de imágenes, en el estado diurno, para la elaboración de la trama onírica. Las cuales habrá que tener en cuenta y separar del evento desconocido. (Por ejemplo: ayer soñé con una marcha de gente que me empujaba dentro de una especie de subterráneo; en el día, justo me crucé con una marcha laboral en medio de la 9 de Julio, con disparos y pancartas que me llamó la atención; esa atención captada fue como una instantánea con la “cámara” de mi cerebro; esa imagen sirvió para formar una parte del entramado del sueño) 

Por eso, Dunne aconseja:

Por consiguiente, puesto que la posibilidad de encontrar una identificación satisfactoria dependerá sobre todo de lo inusual del incidente, el peor tiempo para el experimento será aquel período en que uno lleva una vida aburrida, en la que cada día es exactamente igual al anterior".

Y aconseja salir bastante, ir al teatro, y "lo mejor es seleccionar las noches que preceden a un viaje o alguna otra experiencia que habrá de romper la monotonía de las circunstancias.” 

Relata el sueño del caballo, donde todo el escenario era bastante diferente al sueño, pero no la acción que tuvo lugar (caballo, corral, escape del caballo dirigiéndose a él). 

Está en nuestra meticulosa observación descubrir el color de los ojos de la muchacha que conoceremos mañana en el rostro del sueño de la que conocimos ayer. 

Por eso, como aconseja Dunne, en "el registro escrito (del sueño) debe describir como si se tratase de hechos distintos a) la apariencia real de lo que se ve, y b) la interpretación dada a tal apariencia". 

Al respecto, Dunne recuerda que una vez removiendo un fuego salieron muchas chispas que chocaron contra su rostro, como una lluvia de fuegos artificiales inocuos

En el sueño, había visto que muchas personas le arrojaban colillas encendidas de cigarrillos que pasaban rozándole el rostro. 

Con este ejemplo, Dunne hace hincapié en que se debe destacar no sólo la interpretación de la imagen (gente arrojando colillas encendidas) sino tal y como ha sido vista en el sueño (chispas pasando por su rostro). Y así lo dice:

Pero no había registrado la impresión onírica inmediata que era simplemente la de una lluvia de pequeñas chispas y, en cambio, había escrito la explicación que, subsiguientemente, había asignado a tal lluvia: que una multitud de personas presentes en el sueño me arrojaban colillas de cigarrillos

También destaca que si no hubiera registrado sus impresiones oníricas en su libretita, jamás se habría apercibido de la coincidencia entre el evento soñado y el evento en la realidad diurna. Aunque los había memorizado, la mente borra todos los sueños al pasar el tiempo

Por eso, afirma:

"Ninguno de estos ejemplos podría haber sido observado en absoluto si yo no hubiese memorizado los sueños y los hubiese puesto por escrito y, más tarde, si no hubiese vuelto a inspeccionar los registros después de los acontecimientos diurnos"

Y los detalles son fundamentales. 

En su libro, Dunne explica que en un sueño ve un paraguas invertido, con el mango contra el suelo, cerca del Hotel Piccadilly. A la mañana siguiente, en la vigilia, descubre una anciana caminando de manera excéntrica con un paraguas tomado al revés, es decir, con el mango contra el suelo, cerca del mencionado Hotel Piccadilly.  

En mi experiencia, hay que destacar los puntos más emocionales en el sueño, cuya intensidad nos inquiete,  pues son esos los que posiblemente veamos replicados en la realidad.



A LA CAZA DE IMÁGENES ONIRICAS 


Dunne era muy meticuloso. Sumamente objetivo. Y , en su libro, se percibe que buscaba de manera genuina la verdad. Al menos, encontrar una explicación a sus sueños premonitorios.

Por eso, más allá de probar consigo mismo, anotando en libretas sus sueños y comparándolos con los acontecimientos diurnos, buscó varias personas que lo ayudarán y probarán el experimento. 

Una de las personas, Miss B, afirmaba que nunca soñaba. Que sería en vano probar con ella. Pero accedió. La mañana tras la primera noche se quejó a Dunne de que aquello era absurdo. Intentó rememorar sus sueños, pero no lograba hacerlo. 

Dunne le aconsejó que intentara traer a la mente que había pensado al despertar, y recordado por qué había pensado en eso. 

Al poco, la Miss B podía recordar sus sueños y agendarlos en su libreta. Uno de sus resultados fue soñar con un portón y un hombre y tres vacas marrones.  

El hombre con una especie de cayado o bastón en la mano. 

Al día siguiente, mientras Miss B esperaba el tren en la estación Plymouth se encontró con la misma escena anotada: el hombre, las vacas, el portón y el bastón

Luego Dunne pidió a su prima Miss C, que experimentara lo mismo. Aunque la prima era reticente, y no podía encontrar significados ni siquiera a un sueño donde caminaba por el tejado, que luego se realizó en el día cuando caminó con Dunne sobre un tejado (y considerando que hacía años que no hacía tal cosa), tuvo una experiencia que Dunne clasificó como de Primera Clase. 

Es la siguiente: Soñó con una mujer alemana de traje negro que caminaba junto a ella por un parque determinado. 

Luego, en el Hotel donde se había alojado se enteró que estaba alojada una alemana famosa y se encontró con ella, caminando por el parque del hotel, y la alemana vestía de manera idéntica al sueño

También se añadió como voluntaria Miss L quien obtuvo excelentes resultados la primera noche del sueño, corroborando en la vigilia que el acontecimiento coincidía con lo soñado

Otro voluntario fue el Mayor F, el hermano y la hermana de Dunne, entre otros. La idea que tenía Dunne es que mientras más probasen el experimento, menos absurdo parecería y el factor de casualidad o probabilidad sería eliminado. 

Pues, como mencionaba párrafos arriba, todos sentimos en algún momento esa sensación de haber vivido antes cierto acontecimiento (no puedo jurarlo, y quizá sea sugestión mía, pero al terminar de escribir la palabra “acontecimiento” sentí que esto que escribía ya lo había escrito y , vagamente, vi esta escena de forma nubosa como percibida en algún momento en mis sueños). Y ahora leo a Dunne, en su libro, que dice:

La mayoría de las personas son capaces de recordar de pronto un sueño aparentemente olvidado porque (no puede haber otra razón) algo sucede que les recuerda aquel sueño (es decir, está asociado con él)"

Y es la estructura de estos párrafos lo que probablemente se hayan asociado. Pero puede ser todo sugestión mía. No anoté tal sueño. Y mi memoria es falible. Sea tomada la mención con toda la incredulidad que el lector considere.  


ALGUNAS EXPLICACIONES POSIBLES 

Para concluir como corresponde debería experimentar, al menos unos años, con mis propios estados oníricos. Y lo estoy llevando a cabo. Muchas veces he tenido lo que Dunne refiere como recordar el sueño durante el día por alguna razón, o tener la sensación de que lo vivido ya ha sucedido antes

Incluso: que las personas que me rodean, algunas, me son familiares sus rostros. 

Como alternativa opuesta a esta teoría podría decir que los acontecimientos futuros que se tienen en un sueño - por ejemplo : soñar insistentemente con una señora paseando un perro y verla un día en la vigilia, sueño que me relató una amiga una vez – podrían formar parte del material que absorbe durante el día nuestro cerebro sin darnos cuenta, queda en el inconsciente, y elabora en la noche como una historia atractiva. 

Luego, en la vigilia se nos aparece como una novedad pero el cerebro ya tuvo material suficiente para elaborarlo como una posibilidad. El tema es la coincidencia. Y la repetición constante. 

Una vez puede coincidir (sueños con realidad), pero si esto se repite de manera sistemática, las probabilidades pueden ascender de 1 en un millón, lo que haría de este hecho algo realmente inusual (o altamente improbable como coincidencia). 

Para Dunne soñamos constantemente con el futuro, pero es nuestra incapacidad de recordar o de tomar notas de nuestros sueños lo que no nos hace dar cuenta de estos hechos. Salvo que tengamos muy buena memoria de nuestros estados oníricos, prácticamente es imposible de percibir este fenómeno. 

La razón, según Dunne, de por qué durante siglos estos hechos pasaron desapercibidos para la observación universal es que: 

"La mente en estado de vigilia se niega por completo a aceptar la asociación entre el sueño y el evento subsiguiente. Cuando se da esta asociación le parece invertida y, no bien la percibe, la rechaza." 

¿La explicación? Si esto es así, si ocurre que soñamos con el futuro y el tiempo es una delusion, entonces ¿cómo se podría explicar este fenómeno? 

Se me ocurre que, sin recurrir a Dios ni a un alma inmortal, el cerebro podría ser como una emisora de radio que captase, en el estado de vigilia (y por el valor asociado a la supervivencia humana lo haría en dicho estado) los significados presentes de la existencia, descartando eventos que todavía no hubieran tenido lugar (no servirían a la vida presente) y en el estado onírico el “grifo” se abriría pasando todo el caudal de contenido de pasado, presente y futuro. 

En otras palabras. En el estado diurno captaría una parte del contenido (sintonizando una frecuencia determinada, el presente) ; durmiendo, sin necesidad de una representación formal de valor para la supervivencia biológica, todo se mezclaría: una radio donde ingresan todas las frecuencias (pasado, presente y futuro). 

Otra explicación podría ser la de la coherencia. La mente siempre busca patrones en el caos del mundo y lo encuentra como quien busca un rostro en las nubes del cielo. 

No significa que exista un rostro en las nubes, sino que hay una necesidad de buscar coherencia a lo incoherente que podría ser determinado sueño. 

No puedo decir más nada. Sólo terminar de probar esta teoría, por más descabellada que parezca. 


MIS PROPIAS EXPERIENCIAS CON EL TIEMPO 

Debido a la extensión de las mismas, y a que todavía no he terminado mi ensayo, voy a presentarlas más adelante en este blog, de modo de poder sacar una jugosa conclusión al respecto. 

Para efectuarlas he seguido las instrucciones ofrecidas por Dunne. Espero más adelante escribir al respecto mis impresiones experimentadas y arrojar la debida luz al tema del experimento con el tiempo.

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