El camino del rocío verde hacia una medicina contra el cáncer por algunos alquimistas modernos inescrupulosos

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Esta vía es fácil de llevar a la confusión a los estudiantes de alquimia. Y además, de envenenarse. 
 
La revelaremos para que todos estén al tanto. Se piensa que el rocío al ponerse verde está produciendo lo que llaman León Verde, pero la lectura de obras antiguas explican claramente lo que es el León Vrde, como por ejemplo Ripley, para entender que no es esto que sucede con el agua de lluvia o cualquier agua que esté lo suficientemente expuesta a esta bioalga. 

Auténtico León Verde de los alquimistas y el rocío con su bioalga, el clásico verdín de las piletas.



Sin embargo, varios alquimistas están convencidos de su eficacia y enarbolan teorías disparatadas que no debería detenerme a analizar, pero como formé un poco de este verdín me pareció interesante incluirlo aquí. Piensan, para decirlo todo de una vez, que se forma la Piedra Filosofal.
 
Ahora bien,  el origen de tan desfachatada teoria ha sido una obrita que una vez colgué en Internet titulada La Obra de la Lluvia: esta misma. De este texto se han edificados experiencias, cursos, y muchos disparates. 

Esta gente esta convencida de que el verdín de las piscinas típico tiene algo que ver con la Gran Obra de los alquimistas y que sirve de materia prima remotísima a la Piedra Filosofal. Nada más lejos de la verdad. 
 
Según un especialista en acuarios, es un fenómeno conocido, y odiado por los que cultivan peces. Porque contamina y arruina el agua, y es inevitable cuando le da al agua la luz solar que hace que se forme esta especie de bioalga fotosensible. 

El proceso es simple. Como mencioné, se recoge el rocío o agua de lluvia, y se pone bajo la luz indirecta del sol en un frasco grande, tal como la fotografía que ahora verán debajo. 






Y se lo deja algún tiempo, dos, tres semanas e incluso un mes y pico estancado. Se lo cubre con un film y se lo deja reposar. El resultado, es esta agua verdosa, casi fosforescente, que indica que se ha logrado la vegetación del rocío. 




¿Qué son esas algas verdes?. 

Se trata nada menos que de diatomeas que, como dice la Wiki: 

  “Se distinguen por encontrarse en cualquier cuerpo de agua, es decir ambiente marino, dulceacuícola, e incluso terrestre sobre superficies húmedas.” 

En el rocío, desde luego, también se encuentran, como atestigua la experiencia: se nutren de nitratos y fosfatos. Como son microorganismos foto-sintetizadores, la luz del sol las hace aparecer.

Para otros alquimistas se trata de una micro alga conocida como haematococcus pluvialis, la que tiene abundante astaxantina, que es un poderoso antioxidante, usado para alimento de peces, pero también vendido como polvo rojo de complemento dietético





Se lo extrae con mayor facilidad de los cangrejos que del rocío, pero la haematococcus pluvialis no suele estar en el rocío, pero si en el agua de lluvia  (como la obrita de la que hablé) o agua dulce. 


CUANDO UNO CREE ALGO LO DESCUBRE EN TODOS LADOS



 
El Sol y el León verde devorándolo. Su asociación queda implícita en esos grabados emblemáticos y ancestrales de alquimia. El León de crestas verdes, hizo pensar en el rey de lo vegetal. Por si faltara más, en el libro Alquimia y Mística de Alexander Roob menciona: 

 “Al rocío hermético se le llama también “vitriolo de los sabios” o “León verde” 
 
En el tratado el Donum Dei, conocido como el preciosísimo Don de Dios, menciona que el Duenech es una materia de coloración verde y que con esa materia basta para realizar la Gran Obra. Y dice más: 

 “Nuestra piedra se hace de una cosa, y se hace de una cosa animal, vegetal y mineral.” 
 
¿Qué cosa hay en el mundo que pueda ser vegetal, mineral y animal? Pues hay muchas cosas, pero no precisamente este rocío verde. 

Pero si son diatomeas, podemos pensar que si puede serlo. Como son microorganismos aéreos foto-sintetizadores son sensibles como toda cosa viva. En varios tratados se dice que nuestra materia prima es algo vivo. Por otro lado, la tierra de diatomeas está compuesta por sílice, esto significa que esos microorganismos, sus fósiles, son un mineral, y no cualquiera: es precisamente el mineral que se utiliza para la elaboración del vidrio: quien conoce la técnica del vidrio, dicen los alquimistas, debería conocer la técnica de la elaboración de la Piedra Filosofal

Y en el vidrio, el silicio de la arena es la clave. ¿Podría ser el mismo en la elaboración de la Piedra Filosofal a través del rocío verde?. 
 
Esta clase de preguntas y especulaciones, bastante torpes, por cierto, me hicieron perder un buen tiempo. Cuando uno ve la cara en la luna, que no tiene cara, es capaz de ver cualquier cosa. De pronto, con el rocío verde las alusiones al Paraíso, a la Biblia, al maná del cielo, etcétera y etcétera, agolparon mi cabeza. 
 
A todo esto, se sumó el colorido repertorio de imágenes alquímicas en donde ahora veía el verde del Duenech: 
 




Y la fotografía que sigue no es una alquimista desesperada capturando rocío y dejándolo al sol indirecto, sino el interés por esta bioalga que tiene para la ciencia actual, donde no buscan la Piedra Filosofal precisamente.
 



Ahora bien, cuando el sol nos da a nosotros, seres humanos, nuestro cuerpo convierte esa luz en vitamina D: nos da una vitamina necesaria para nuestro organismo biológico. Las plantas hacen lo mismo. Todos los cuerpos necesitan el aire y la luz solar para vivir ¿Por qué no pensar que en aquella bioalga de la que se compone el rocío verde pueda ocurrir algo diferente?. 
 
La luz solar indirecta la hizo crecer y vegetar: le dio nacimiento. Y la misma luz solar la hará cambiar a otra fase de desarrollo. Eso pensé y lo puse en acción dejándola un tiempo bajo el sol: un mes. El resultado fue esto: 




Desde luego, me entusiasmó el resultado. Puse enseguida un trozo de oro para ver si, como en un caso similar con un alquimista amigo, que había logrado un agua idéntica, podría pudrir las láminas de oro, cuando pudrir era una opción posible antes de hablar con un orfebre. Pero, como era lógico, no sucedió absolutamente nada. 




 
EL VERDE EN TODOS LADOS 
 
Cuando uno ve verde su materia, la ve en todos lados. En la Tabla Esmeralda, encuentra la justificación al nombre del texto. Y en las palabras de Bernado El Trevisano lo vuelve a localizar: 

 “Que para ellos, hacían su Pan con las Flores más bellas; que lo amasaban con el Rocío y lo cocían al Sol.” 
 
Pero si buscamos el real proceso, la base de todas estas especulaciones y erróneas observaciones, debemos enfocarnos en el libro rosacruz El Tesoro de los Tesoros, que explica la operatoria real, usando el rocío verde, y que me permito traducir por primera vez al español. 

 

“Si desea buscar el Spiritus Universalis Magneticus, tome nota de esto: puede encontrarlo y obtenerlo de varias maneras: primero, fluctúa (sube y baja) en el aire, luego en el rocío, la lluvia, la nieve. Podemos conseguirlo fácilmente bajo la lluvia, el espíritu del mundo (spiritus mundi) está a menudo en ella ( la lluvia ) por la vida de todas las cosas creadas, y en él se esconde la esperanza que dio a luz a todos, en la que todas las cosas tienen su origen y el espíritu se mueve en el agua. 
Por eso, en primavera, conviene tener grandes toneles de madera de abeto en los que se pueden atrapar entre 12 y 16 cubos de agua (unos 1000 litros) y hacerlos con tapas extraíbles. 
Recoger en estos el agua de lluvia y poner los barriles sin tapa en un cielo despejado en el sol y la luna ya que "Patrem ea res habet solem, matrem lunam ". Durante esta operación, esta agua es particularmente fértil, ya que todas las fuerzas superiores se están reuniendo en el agua, al final se vuelve completamente magnética "ab aère quasi utero gesta nutritus a terra" hasta que ves que Venus aparece y que nada en el mar, es decir hasta que (el agua) se ponga verde, por eso hay que reponer lo que se lleva el sol por más agua de lluvia, y cuando llueve y el tiempo es incierto, hay que taparlo. 
Los barriles también deben permanecer en un lugar donde nadie pueda manipularlos. Si ahora por esta vía se pudre en un tiempo que va de 4 a 8 semanas, y que levanta más o menos un ser viscoso (sustancia), entonces tapa los barriles, ya que los tienes escondidos en el espíritu y al principio de todas las cosas creadas en el mundo. Por eso nuestro Padre dice: "Causa omni perfectionis eadem est per Universum hoc". 
Por lo tanto, toma dos frascos grandes, ponlos a medio llenar con la materia en un baño de agua, conectar el condensador y el recipiente colector, y destilar todo por grados. Conserva lo destilado bien cerrado en toneles de piedra. Luego destilar la otra parte; guárdalo también. Deja la tercera parte en un matraz. Cuando todo esté fresco, vierta de nuevo agua de lluvia fresca sobre el licor, poner encima el condensador con un matraz recipiente herméticamente cerrado, destilar una vez más parte del líquido y conservarlo, y luego también una parte de la flema. Vierta una vez más con agua fresca y proceda siempre de esta manera hasta que se agote toda el agua y que haya destilado hasta unas 12 jarras de licor que aparecerán rojizas. 
Observe: hay que destilar todo el barro y toda la tierra así generada en los toneles durante la putrefacción para que no se obtenga solo una tierra virgen, es decir la primera tierra adánica, sino también un azufre rojo, el verdadero pez deshuesado de Hermes, por lo que nada en la sal marina y es de fuego. 
Cuida bien el licor restante y luego toma tu espirituoso y destílalo. La flema no sirve de nada. Cuando dividas tu espirituoso en 2 o 3 jarras (jarras pequeñas) mantenlas bien cerradas porque es muy volátil y penetrante. Luego se toma el líquido marrón rojizo, se vierte en una retorta, se pone en un baño de cenizas, se destila y cuando aún quedan cuatro cántaros, se fija un recipiente colector receptor y se destila todo para lograr un líquido espeso. Luego dejamos enfriar y colocamos la segunda parte del destilado, de esta forma, se vuelven a encontrar. Déjelo reposar un día y una noche, y luego vuelva a destilarlo. Pero esta vez destila hasta que obtengas un licor un poco más espeso en comparación con el primero. Vierta nuevamente (cohobar) el destilado, déjelo reposar 2 días y 2 noches para que se disuelva nuevamente. Si en ese momento ve que la tierra está dividida, vierta toda la solución clara en otra retorta. Cerrar la retorta con la tierra y retenerla bien. Luego se pone la retorta con el licor en un baño de arena o mejor aún, en la ceniza, se coloca un recipiente colector y se destila en cuatro jarras. Dejar a un lado lo destilado, verted el azúcar en un vaso de licor rojo restante, tapar bien, ponerlo en frío, y tratar de ver si cristaliza. 
Cuando este haya formado cristales de diferentes colores, vierte tu licor de cristales en una retorta también agrega una jarra de alcohol / espirituoso, reduce y digiere 2 días y 2 noches y luego destila tanto de este licor como hayas vertido y mantén bien conservado ese destilado. 
Luego, ponlo de nuevo al frío y los cristales comenzarán a aparecer. Ahora, cuando veas que nada más cristaliza, vierte el licor de cristales en una retorta. Ahora saca los cristales con una cuchara de madera y protégelos bien del polvo. Vierta otra vez una jarra de espirituoso sobre el licor y destile de las cenizas aproximadamente la cantidad de una jarra, y agregue antes al destilado. Ponga el recipiente en un lugar fresco y déjelo reposar, se formarán nuevos cristales, saque el licor y agregue al licor en exceso el espíritu restante, destile en cenizas nuevas un poco más de una jarra, ponga el licor en la cava y dejar hasta que forme nuevos cristales, añadir el destilado de lo que se hizo anteriormente. 
Cuando se formen los cristales, retirar el licor y sacarlos y conservar con cuidado. Del licor destilar en una parte y dejar nuevamente para permitir que se formen cristales. Repita esto con tanta frecuencia hasta que todo cristalice y tenga el Microcosmos Vitriolum. 
Si se añadiera y persistiera cada vez más rojo, revierta todo el alcohol espirituoso que haya destilado del licor y con esto enjuague el recipiente. Luego echad la tierra que quedó a un lado y guardarlo todo junto y verter en el licor del que nada más cristalizó y de él destilar todo en una retorta, y agregar (verter) todo el agua en color poco a poco, y redestilar. 
Al final, dadle un calor fuerte, para que la retorta comience por abajo a volverse incandescente, aunque inmediatamente se apaga el resplandor. Luego, retirar la retorta del fuego, romperla y juntar toda la tierra pardo rojiza, triturarla finamente y ponerla en un matraz. Vierta de nuevo el espirituoso destilado y extráigalo todo. 
Básicamente, obtendrá una tierra blanca. Vierta las extracciones en un vaso rojo limpio. Pero pon la tierra en un frasquito y luego en la arena y destila toda la humedad restante hasta que esté seca, y luego mantenla bien guardada: así habrás preparado el Sigillum de Hermet / Ermete. También el licor rojo destila hasta que se convierte en un jugo rojo, denso; también mantened el espíritu súper destilado. 
Ahora, tome todos los cristales de arriba, muélalos suavemente y colóquelos en un matraz. Añadir también el licor rojo espeso que brilla intensamente ígneo y también una jarra de la última agua destilada. Ponga el matraz a fuego moderado, de esta forma todo se disolverá. Déjelo reposar 4 días y 4 noches y los cristales se disolverán. Luego toma un recipiente de vidrio y ponlo en frío, y se formarán nuevos cristales, pero con un aspecto diferente. Para de cristalizar cuando los cristales cristalicen uno tras otro, quitad el licor y sacad los cristales. 
Destilar el licor a la mitad, poner el residuo (tierra) de nuevo a cristalizar y hacerlo hasta que cristalicen todos los cristales. Luego, disuélvelos de nuevo. Si no tiene más agua impregnada, utilizad la que conservaste de la primera destilación. Disuelva los cristales y déjelos volver a cristalizar, y haga esto con frecuencia hasta que fluyan en el fuego como cera. Así habrás preparado la Sal Sapientae (la Sal de Sabiduría), y tienes lo más grande de todo en las palabras de Hermes "Haec enim fortitudo et potentia palmam prosipieno omnia subsilia et cressa duraque penetrare ae subigere patest" (la fuerza y el poder pueden penetrar y transformar todo lo sutil y duro, abriendo la mano protectora). 
Y aquí tienes el Lapidem Medicinalem como roca espiritual, elaborado desde el macrocosmos. Así se dice con Hermes, lo de arriba es como, lo de abajo y con eso se pueden hacer milagros. Tome la mitad de estos cristales y junte dos loth y 1/5 de oro puro molido, póngalos juntos en un vial sellado y déjelo pasar por todos los colores en nuestro horno. 
Con un exceso de cristales, puede aumentar su piedra universal, y obtendrás el lapidem medicinalem fixum. También puede hacer lo siguiente: tome sus cristales de la primera categoría y mantenga su azufre ardiendo (rojo) como el fuego de la naturaleza, tritúrelos finamente y mezcle 4 loths de ellos y 2 loths de mercurio purificado; ponerlos juntos en un matraz, poner encima un condensador y darle un fuego de sublimación. 
Lo que sublima, mézclalo de nuevo con el residuo (heces), y sublime de nuevo. Repita esto hasta que se haya montado todo, excepto un poco de escoria. Luego saca lo sublimado y sublime nuevamente algún tiempo solo (aislado). 
Ahora tienes dos nuevas formas: seca con oro o húmeda después de haber dejado el sublimado para licuar en el sótano. Ponte a trabajar con este como aprendiste anteriormente con la orina, de esta forma obtendrás el lapidem medicinalem. Pero también puedes hacer lo siguiente: 
En el trabajo en seco, toma tu sublimado y tritúralo finamente, luego tritura en tu ardiente azufre rojo y sublima juntos y el sublimado es el azufre y obtienes el calor de la naturaleza. Este ahora puedes dejarlo ir solo a través de los colores y destilar entre sí, y luego el sublimado se transformará primero en un aceite en la bodega, y obtendrás un licor de fuego. 
Desde el principio, puede transferir sus cristales en un líquido en un baño de agua en un matraz y al destilado. Luego, se debe verter el licor sobre el azufre rojo y extraerlo, transferir con cuidado la solución transparente, del fondo blanco, y colocar en un vial. Cuando la tierra pesa un quintl (3,9 gramos), debes verter 4 quintl del licor y luego sellar el vial y colocar en nuestro horno para su graduación. 
Pero dale cuatro semanas de un fuego de primer grado y aquí se manifestarán todas las formas de la naturaleza, como se explicó antes y los colores aquí mostrados.

 


 

De esta forma empezará a ponerse negro, y si eso no sucede, significa que no has trabajado de la manera correcta. 
Cuando hayan pasado 4 semanas déjalo reposar otras 4 semanas hasta el primer grado y obtendrás un terciopelo negro adecuado y verás también la oscuridad filosófica justo ante tus ojos.

 


Cuando hayan pasado estas cuatro semanas, debes aumentar un poco del calor para que sea un poco más cálido. Por lo tanto, necesitas saber qué tan fuerte es el primer grado de fuego, es decir, debe ser como una gallina empollando. Porque si le diste un grado demasiado fuerte, el amarillo aparecería antes que el blanco y al final se volvería rojo, de manera que el blanco que crece se queme y debe presentar las siguientes formas

 



Método que dura 4 semanas: uno puede ver un poco de azul (cielo) despejado antes de eso, aunque este es su forma manifestada. Aquí debemos notar, que después del negro, el recipiente de vidrio debe volver a cenizas, pero solo para la misma altura que la altura del material en el vidrio. El calor debe ser de 2 grados, como cuando el sol de verano brilla en la máxima extensión. Después de 4 semanas aparece la cola del pavo real como se muestra en la ilustración.


Ahora, cuando aparezcan muchos colores, aumente el fuego en aproximadamente un grado para que el vidrio se vuelva incandescente y dejar reposar de nuevo cuatro semanas, así (en ese momento) pasan todos los colores y poco a poco se vuelve blanco deslumbrante. Luego se muestra como la siguiente ilustración :


Pero cuando esté súper blanco, ponga el vaso en la ceniza más profundo y déle durante 4 semanas un nuevo subidón caliente, de modo que se vuelva rojo floreciente como un pescado según esta ilustración:


Déjelo solo 4 semanas y dele el último grado, se volverá rojo-azul y parecerá el rey y la materia fluirá por el centro del vaso en un grano como un rubí, y así tienes tu Medicinalis Lapis. Esta es la ilustración

 

Puede aumentar esto de la siguiente manera: Saca tu rey rojo, tritúralo finamente, ponlo en un frasco y vierte sobre tu licor la cantidad necesaria para que se convierta en una crema y déjalo pasar de nuevo por los colores. Pero esta vez no dura tanto. Hay que saberlo todo sobre los colores, os aconsejo no dar demasiado de beber a la materia durante la imbibición, no os apresuréis tampoco con el fuego. Reitera este trabajo hasta que uses todo tu licor y tengas la piedra bendita de los sabios maestros.

 

Espero que este conocimiento no sea comercializado en cursos costosísimos, que resultan inservibles, de personas con intenciones poco honorables, cursos a precios siderales para captar incautos y aprovecharse de ellos. Cursos que no explican esto que acabo de traducir ahora para ustedes, para que cada uno acceda a ello, sin costo alguno, y saque luego sus propias conclusiones en el campo de la experiencia práctica. 

Si me preguntan, el proceso del Tesoro de los Tesoros puede conducirte a perder tiempo y energia y dinero, nada más. Ese texto, como centenares de alquimia, no sirven para nada. Son fantasías descabelladas. Un cazabobos.

Mi consejo, si ven el rocío o agua de lluvia que estancada se puso verde: tirenla por las cañerias. No hagan como cierto personaje de internet que dice que puede curar el cáncer el consumo de la astanxantina.






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