Cada vez que alguién me cuenta que vio a Cristo en un tronco de árbol, la pecera o en las nubes, no puedo evitar una sonrisa al darme cuenta lo falible que somos. Y ahi es cuando le doy toda la razón a la ciencia. Vemos lo que queremos ver.
Asi le pasó a Pamela Latrimore, de Jacksonville, Arkansas (USA). Estaba revisando su escáner cerebral cuando su cuñada católica advirtió: “¡Dios mío, Pam! Tienes a la Virgen María en tu cabeza” (en la foto, en círculo rojo).
Pamela ha declarado que cada vez que se mete en el escáner reza, por lo que considera que la imagen encontrada es una señal ínequivoca de que Dios está escuchando sus plegarias.
También espera que la Virgen le ayude con las cuentas, dado que ni ella ni su marido pueden costearse el tratamiento que necesita. Yo creo que ahí si hablariamos de un milagro en este mundo en que vivimos. Pero esas cosas rara vez suceden. El dinero siempre , y de forma para nada misteriosa, termina en las manos de los que ya tienen dinero.
CRISTO EN UN PERRO
Siguiendo la idea anterior, sobre la virgen, ahora le toca el turno a su hijo, nada menos que Jesucristo. Está vez apareció en el lugar más irrisorio e inexplicable que puedan imaginarse. Nada menos que el trasero de un perro.
Pero veanlo y diganme si no es acaso el Salvador.
No quiero ofender a la fe cristiana, no obstante, tampoco me interesa mucho si la ofendo o no, porque ya hubo siglos de ofensas de su parte como para que ahora podamos reirnos un poco con libertad.
El problema de esto es el oportunismo, porque la gente ve una mancha en la pared o donde sea y cree que es la divinidad, y alguien -siempre aparece - le sacará partido al asunto.
Esto es lo que Carl Sagan llamó, " un camelo", pero que vende tan bien hoy día, que muchos lo copian.
Asi le pasó a Pamela Latrimore, de Jacksonville, Arkansas (USA). Estaba revisando su escáner cerebral cuando su cuñada católica advirtió: “¡Dios mío, Pam! Tienes a la Virgen María en tu cabeza” (en la foto, en círculo rojo).
Pamela ha declarado que cada vez que se mete en el escáner reza, por lo que considera que la imagen encontrada es una señal ínequivoca de que Dios está escuchando sus plegarias.
También espera que la Virgen le ayude con las cuentas, dado que ni ella ni su marido pueden costearse el tratamiento que necesita. Yo creo que ahí si hablariamos de un milagro en este mundo en que vivimos. Pero esas cosas rara vez suceden. El dinero siempre , y de forma para nada misteriosa, termina en las manos de los que ya tienen dinero.
CRISTO EN UN PERRO
Siguiendo la idea anterior, sobre la virgen, ahora le toca el turno a su hijo, nada menos que Jesucristo. Está vez apareció en el lugar más irrisorio e inexplicable que puedan imaginarse. Nada menos que el trasero de un perro.
Pero veanlo y diganme si no es acaso el Salvador.
No quiero ofender a la fe cristiana, no obstante, tampoco me interesa mucho si la ofendo o no, porque ya hubo siglos de ofensas de su parte como para que ahora podamos reirnos un poco con libertad.
El problema de esto es el oportunismo, porque la gente ve una mancha en la pared o donde sea y cree que es la divinidad, y alguien -siempre aparece - le sacará partido al asunto.
Esto es lo que Carl Sagan llamó, " un camelo", pero que vende tan bien hoy día, que muchos lo copian.