¿Es el universo una supercomputadora cosmica? ¿Vivimos en la Matrix?

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Las leyes de la física son muy elegantes y bellas, permiten, en su formulación, entender cómo la materia y la energía se organizan entre si para dar una vasta variedad de seres y cosas, formas complejas y racimos de partículas, que incluyen, claro está, a ese amasijo de energía y materia que tiene conciencia de si mismo y que puede entender el universo que le rodea: el ser humano.

Generalmente se piensa que el científico es un ser frío y calculador, poco amante de las bellezas de las relaciones humanas. Enfrascado en su mundo de números y cuentas. Pero no es así. Al menos, no siempre. Nos han legado, desde los tiempos griegos, un compendio de formas de comprender el mundo. Desde los Pitagóricos hasta Stephen Hawking, la ciencia se ha alzado de la forma más elegante que pueda tener: las matemáticas.

Es esta herramienta, fundamental, armoniosa y penetrante, la más fiel ayuda del científico para dar orden al caos y establecer, mediante fórmulas, leyes que predicen lo que sus ojos ven.

Pero lo interesante de las matemáticas es que están contenidas en todo el universo, y se basan en la lógica. El universo podría ser el resultado de una necesidad lógica, pues sólo es dable entenderlo a través de esta capacidad del ser humano. Somos sus receptores, y a través de leyes intentamos revelar qué sucede a nuestro alrededor.

El universo, afirma el filósofo Walter Mayerstein:

“Puede ser simulado con una secuencia enorme de ceros y unos; el propósito del esfuerzo científico es entonces nada más que intentar decodificar y descifrar esta secuencia con el objetivo de tratar de entender, de encontrarle el sentido a ese ‘mensaje’”

Esto nos dice que el universo y todo su conjunto (nosotros dentro, desde luego) podría ser definido mediante aritmética binaria. Y si está codificado, es que encierra un mensaje. O en palabras de Mayerstein:

“Es bastante obvio que si el mensaje está codificado, presupone la existencia de algún patrón o estructura en la disposición de los ceros y unos en la secuencia; una secuencia totalmente aleatoria o caótica debe ser considerada indescifrable.”

Entonces, siendo así, concibiendo un orden y no un caos como verdad final, ¿es posible que vivamos dentro de una inmensa computadora y que nuestra lógica sea el resultado esperable de una Inteligencia Artificial?


LAS MATEMATICAS Y UNA BELLA TEORIA
 


Pitágoras decía: “El número es la medida de todas las cosas.” Y no era para menos. Para los pitagóricos los números representaban algo místico y de gran veneración.

En especial, los números “perfectos”. El 10 era, por ejemplo, el tetraktis divino.

Hoy día la mayoría de los científicos les agrada representar el mundo a través de un proceso de ordenador, en otras palabras, el universo sería simplemente un inmenso sistema donde se procesa información: una “computadora cósmica”.

Esta comprensión nace de los asombrosos resultados observables que a través de las matemáticas pueden llegar a expresarse y comprenderse a un nivel profundo.

Sin embargo, para muchos - entre ellos Bertrand Russell - el teorema de Gödel, nacido de un cúmulo de paradojas, sería un duro embate a la lógica. Y ello se debe a que existirían siempre ciertas afirmaciones verdaderas que serían incapaces de ser demostradas en la práctica. He aquí la esencia del teorema de Gödel.

Aún así, las matemáticas prevalecen como la forma única que alcanzó el ser humano para entender de manera exacta el mundo.

El matemático R. W. Hamming refiere al respecto unas palabras interesantes:

He tratado con poco éxito hacer entender a algunos de mis amigos mi asombro de que la abstracción de los enteros para contar sea posible y útil. ¿No es notable que 6 ovejas más 7 ovejas hagan 13 ovejas; que 6 piedras más 7 piedras hagan 13 piedras? ¿No es un milagro que el universo esté construido de modo tal que una abstracción como un número sea posible?.

En algún sentido esto nos está hablando de algo que hemos empezado a intuir en nuestra era tecnológica: que el mundo y el universo, de alguna forma, es una inmensa computadora. Y funciona como tal. Esta es la opinión de Charles Babbage, el creador de la computadora.



¿PUEDE SER QUE VIVAMOS EN UNA COMPUTADORA QUE HEMOS CREADO EN EL FUTURO?



Hoy día sabemos que una computadora puede simular el mundo físico sin inconvenientes. Programas avanzados crean realidades virtuales que son prácticamente indiscernibles de la realidad ordinaria.

Es más ¿recuerdan el viejo experimento de John von Neumann para crear autómatas celulares? Gracias a sus ensayos se pudo demostrar que la autreproducción era posible en sistemas meramente mecánicos. Al poco, la biología – con sus hallazgos de ADN y el código genético - reveló lo mismo.

En otras palabras: la naturaleza empleaba los mismos principios lógicos que von Neumann había revelado.

Esto ya nos dice mucho. Ahora indaguémonos sobre nuestros sueños. ¿Acaso mientras soñamos no pensamos que estamos en una realidad tan auténtica como el mundo real? Aunque distorsionada muchas veces, elíptica y paradójica, concebimos su realidad de modo que nos afecta, incluso, en ocasiones, llegando a despertar de pesadillas terribles.

Aquella realidad se torna a veces tan potente que logra aterrarnos hasta el grado de clamar salir de la misma. Si la hubiéramos concebido como ilusoria jamás nos habría afectado de esta manera. En las horas que dormimos es lo suficientemente real para mantenernos cautivos en su esfera onírica.

Y si la vida fuera un sueño creado por un poderoso ordenador ¿cómo podriamos darnos cuenta de ello?. No podriamos. Salvo que la simulación presentara un error, pero esto perdería la armonía matemática. Sin embargo, es posible.

A medida que pasa el tiempo nos arrimamos cada vez más al pensamiento computacional. Al grado de que algunos piensan que “Las leyes científicas están ahora siendo vistas como algoritmos,” (Stephen Wolfram del Instituto de Estudios Avanzados de Princeton).

¿Es capaz una computadora de simular todo un universo?. Según Wolfram, sí:

“Uno espera el hecho que las computadoras sean tan poderosas en sus capacidades computacionales como cualquier sistema físico realizable pueda ser, por lo tanto ellas pueden simular cualquier sistema físico.”

Y si esto es así ¿podría ser que estuviéramos nosotros mismos simulados? Para Ed Fredkin esto es así. Para él, el mundo físico es un vasto autómata celular. Tom Toffoli también piensa así. Y el físico Frank Tipler llegó a la misma tesitura.

¿Podría ser que estemos viviendo en un ordenador y no nos hayamos dado cuenta de ello, y recién, a través de la ciencia, empezamos a intuirlo como resultado de la aritmética binaria?

¿Como saber si somos reales o una simulación de computadora? Para Tipler esto no podremos saberlo.

No obstante, piensa que la existencia real de la computadora, “siendo in verificable para los seres conscientes dentro de ella, es irrelevante.


CONCLUSION
 

La teoría es ciertamente interesante. Pero algunos se oponen a la misma con este razonamiento de Richard Feynmann:

La posibilidad que haya una simulación exacta, que la computadora haga exactamente lo mismo que la naturaleza, demanda que todo lo que ocurra en un volumen finito de espacio y tiempo pueda ser exactamente analizable con una cantidad finita de operaciones lógicas. La presente teoría de la física no es aparentemente de esa manera. Permite al espacio reducirse a distancias infinitesimales.”


La presente teoría. Pero, quizá, la futura teoría contemple la forma de encontrar la fuente final de una lógica que lo abarque todo (quizá en términos de computadora cuántica).

Por otro lado: Sale el sol. La luna se asoma. La Tierra gira sobre su eje. La manzana cae del árbol. Todos estos fenómenos son regulares, los cuales crean patrones, y esos patrones se convierten en leyes. Leyes formuladas por las matemáticas. El problema surge con los patrones caóticos: procesos sin regularidad.

Y si no podemos establecerlos con leyes, ¿cómo poder crear un algoritmo binario basado en las matemáticas?.

Algo semejante afirman los físicos Robert Georch y James Hartle: “la teoría cuántica que describe el espacio tiempo podría arrojar predicciones no computables.”

Y si es así, no podríamos decir que una computadora - al menos basada en la lógica que rige en nuestras computadoras de hoy día - podría ser el universo.

Pero como dice Paul Davies :

"El orden del cosmos es más que mera regularidad regimentada, es también complejidad organizada y es de esta última que el universo deriva su apertura y permite la existencia de los seres humanos con libre albedrío. Por trescientos años la ciencia ha sido dominada por lo primero: la búsqueda de patrones simples en la naturaleza. En los años recientes, con el advenimiento de las rápidas computadoras electrónicas, la verdadera naturaleza fundamental de la complejidad ha sido apreciada. Por tanto vemos que las leyes de la física tienen una función doble. Deben proveer los patrones simples que subyacen en todos los fenómenos físicos, y deben también ser de forma que permitan a la profundidad – complejidad organizada – emerger. Que las leyes de nuestro universo posean esta crucial propiedad dual es un hecho de literal significado cósmico"


Otra objeción es que suponiendo que una computadora pudiera simular cada átomo que nos compone y compone el universo ¿por qué razón crearía un planeta Tierra?

Según Tipler esto se entendería con una especie de Inteligencia Artificial en la computadora, una cierta “conciencia”que crearía otras conciencias - los humanos y animales - que alguna vez poblaron la historia del mundo. (Quizá hubo algun tipo de aniquilación planetaria y sólo prevaleció la IA que volvió a concebir todo de nuevo.)

Tipler añade:

“La cuestión clave es esta: ¿Existe la gente simulada? En tanto a lo que la gente simulada pueda decir, existen. Por suposición, cualquier acción que la gente real pueda hacer y lleve a cabo para determinar si existe – reflexionando sobre el hecho que ellos piensan, interaccionan con el ambiente – la gente simulada también lo puede hacer y de hecho lo hace. Simplemente no hay forma para la gente simulada de darse cuenta que están “realmente” dentro de la computadora, que son meramente simulados y no reales. Ellos no pueden acceder a la substancia real, a la computadora física, desde donde ellos están, dentro del programa. No hay forma para la gente dentro de este universo simulado que ellos están meramente simulados, que son sólo una secuencia de números arrojados al aire dentro de una computadora, y que de hecho no son reales.”


Es decir: seres como nosotros, los humanos, animales del reino que poseen el entramado de la lógica, podríamos nacer, vivir, morir en formas simuladas, de modo que en realidad jamás moriríamos porque nunca estuvimos vivos “realmente”.

Suena interesante...pero perturbador ¿verdad?





Fuentes:

“Computer Software in Science and Mathematics” by Stephen Wolfram
Undecidability and Intractability in Theoretical Physics” by Stephen Wolfram
“Artificial Life: A Converstion with Chris Langton an Doyne Farmer,” Edge
“La Mente de Dios” Paul Davies.
"La física de la inmortalidad"Frank J. Tipler


Nota: atender a la refutación de Tipler en este link. Por otro lado, Paul Davies, es sobradamente conocido por su inclinación a la metafísica, y en sus libros cita muchas veces El Retorno de los brujos como material de base.
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