Las pruebas sobre la vida después de la muerte

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Víctor Zammit es un abogado retirado que considera que lo que ha encontrado sobre la Vida Después de la Muerte es tan objetivo que podría presentarlo en la Suprema Corte de Justicia como una “evidencia sólida”.

Sin ambages, declara que tras años de estudio serio, llegó a la conclusión de que existe una continuidad de la existencia tras la muerte. Y que hay pruebas que así lo demuestran.

¿Cuáles son aquellas pruebas?.

Para Víctor Zammit son: xenoglosía (hablar en lenguas desconocidas para el que las habla), médiums, los experimentos scole (ya veremos que son), los poltergeist, los fantasmas, la Transcomunicación, etc. Todos fenómenos que ya se han explicado abundantemente y que yo he investigado de forma personal en diversas ocasiones.

Ahora bien. Según dice Zammit, es culpa de los escépticos de “mentalidad cerrada” que las “evidencias” no sean tomadas como tal. Y sin embargo ¿ a quien no le fascinaría ver las evidencias de  las que habla Zammit?

Y dice más: que hay gente cómoda en sus creencias y por eso no se aceptan las “evidencias” sobre la vida después de la muerte.

Pues bien, debo decirle a Zammit que yo no me siento para nada cómodo. Y este espacio, este blog, es un intento por buscar algún resquicio de verdad en las afirmaciones extraordinarias que vengo investigando desde niño. Y nada. No hay absolutamente nada. La gran creadora de la verdad, de momento, es la mentira.



LOS EXPERIMENTOS SCOLE



¿Qué es esto? Scole es una región inglesa donde se reunieron un grupo psíquico intentando comunicarse con los muertos. Esto es, médiums “operando del lado de postvida”.

Víctor Zammit dice que hasta gente de la NASA ha estado involucrada. Y puede ser. Como estar, puede estar quien sea. Pero la NASA como entidad oficial independiente patrocinada por el gobierno de Estados Unidos definitivamente NO.

La misma muletilla la usaron para el falso sudario de Cristo. Decían que la NASA – como si evocarla representará cierto prestigio a las afirmaciones extraordinarias – había intervenido. Y en realidad se trataba de magufos que alguna vez trabajaron para la NASA, pues la institución jamás se involucró.

Pues bien, Zammit está convencido de que los experimentos Scole demuestran que hay vida tras esta vida. Supongo que se habrán nutrido de tableros Ouija, muchas copas y letras del alfabeto para demostralo. O tal vez, se basen en las voces guturales de los médiums en estado de trance. No lo sé.

Alguna de esas cosas debe pensar el abogado Zammit que podrían servir a la Suprema Corte de Justicia.

Además, añade que hubo levitaciones de las mesas, voces misteriosas, y , lo más intrigante: materializaciones de cadenas de plata, monedas, pequeños pedazos de cuarzo, bolas de luz, y ¡hasta una persona muerta!.

Y claro: para ellos no había fraude.

Sin embargo, ¿por qué no incluyeron a un ilusionista avezado en sus experimentos, algo tan elemental y necesario si recordamos que fue en virtud de ellos (Randi, Houdini) que se demostraron fraudes psíquicos en el pasado como el caso de las hermanas Fox?

¿Y qué hay del ex ilusionista James Webster?. Dicen que asistió a las sesiones y no encontró fraude posible. La realidad es que Webster era un pediatra y tenía como pasatiempo el ilusionismo. No se dedicaba profesionalmente. Y por tanto, no tenía los conocimientos que un mago profesional puede albergar.

Además, por si fuera poco, pasó 50 años investigando los fenómenos psíquicos, por tanto, alguien que pasa tanto tiempo empeñado en algo es que está convencido de su existencia y posibilidad. Podríamos decir que un mago crédulo no iba a ayudar mucho en descubrir engaños.

Lo peor es que dicen que registraron las materializaciones y a los fantasmas con cámaras de fotos. Pero nada. ¿Donde es que están?.

Despreocúpense, si existieran dichas evidencias habrían recorrido el mundo en un abrir y cerrar de ojos. Sería algo realmente irrefutable. Pero no ha sucedido. Ya imaginan la razón.



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