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Piedra Filosofal del anciano de Mendoza
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En un viejo blog relaté hace más de 19 años cómo fue mi encuentro con este hombre que afirmó estar en posesión de la mitica Piedra filosofal, la misma que estás viendo en la fotografía aquí al lado, y que gentilmente me permitió fotografiar.
Hoy quiero contarles todos los pormenores al respecto de este encuentro en Mendoza, donde también me enteré de la historia del vagabundo anónimo, cuyo relato lo expuse en un video que ahora también compartiré aquí debajo:
Click aquí para ver esta historia
Esta supuesta Piedra Filosofal la sopesé entre mis manos y dedos, y junto a un amigo con el que investigaba, que más de uno sabrá quien es (Fabio Picasso), le tomamos varias fotografías. No se aprecia bien en las fotos, era la época donde no existían los celulares que existen hoy día, y nuestras cámaras eran precarias. Pero la materia estaba conformada por pequeños cubos, cual rubíes, todos unidos entre si, y arropados bajo una suerte de tierra roja desde donde nacieron. Y todo esto dentro del matraz (*). Era extraño, una belleza de cristalización, digno para tener de adorno más allá de que fuera cierto lo que nos contaba aquel anciano.
Por muchos días nuestro amigo nos acompañó por las calles de Mendoza revisando con nosotros la arquitectura de la ciudad y revelándonos lo que para él constituía el reflejo de la simbología hermética. En la última noche, me llevó aparte y me dijo que volviera a Mendoza y quizá me revelaría el secreto. La historia completa y la entrevista que mantuve con él, y con otro alquimista de Mendoza, la encontrarán en mi último libro de alquimia que está asandose en el horno ahora mismo (Al-quimericos, continuación de Al-quimera).
Hoy día, tras tantos años, creo conveniente que lo llame como se llamaba realmente: Enrique.
Recuerdo pasear por su jardín, repleto de felinos, y seguirlo hasta su rudimentario laboratorio donde me enseñó una bandeja con un líquido viscoso y me dijo muy serio que era el Fuego Secreto. Con tono sosegado, sin dejarme de ver a los ojos, me explicó cómo se elaboraba. Y me enseñó por qué estaba relacionado con el León Verde al sumergir una hoja de papel en el líquido y sacarlo de color verde:
"Porque todos buscan el verdor, pero ese no se revela si no quiere el sabio. Como ve usted, es un liquido transparente pero es vegetable y vivo, eso representa el verde"
Muchísimos años después traduciendo el emblema más clásico del León Verde le di la razón y comprendí que cuando me contó la elaboración del Fuego Secreto no me había mentido.
La formula para fabricar la Piedra, sin embargo, nunca me funcionó.
En un antiguo grupo de Yahoo manejado por Rubellus Petrinus, unicamente para pocos alquimistas avezados, compartí la operatoria, pero nadie la reprodujo. Hoy decido darla a conocer.
LA OPERATORIA DEL ANCIANO
(Nota aclaratoria: no aliento a nadie que la reproduzca, se trabaja con ácidos y no es mi responsabilidad si usted, querido lector, decide ponerla en práctica, me limito a narrar la operatoria como la hacía este alquimista y nada más)
Para esta vía utilizamos Plomo vulgar. Lo cortamos en láminas o lo fundimos en una cacerola y con una cuchara tiramos gotas sobre mármol que formarán cascaras de plomo fácil de cortar. Tras esto, lo colocamos en un frasco de vidrio y le echamos ácido Nítrico no más de 100 mlts.
La proporción exacta es: 100 grms de plomo con 100 mlts de ácido Nítrico. El fuego apenas debe estar, o incluso, si es verano, bastará colocar el recipiente cerrado bajo el sol, con un pequeño orificio para que despida los gases. Se tornará de color marrón el vapor y se empañará el frasco.
Cuando precipita, agrego ácido sulfúrico hasta que no precipite más. Lo agrego con un vertedor. Sólo un poco. Al instante notarán que el plomo ha quedado disuelto y de color blanco. Lo lavamos con agua de lluvia o del grifo y lo dejamos secar tras esta operación.
Quedará algo así, como enseña la foto.
La idea que tenía el anciano consistía en que tanto el mercurio como el azufre (filosóficos, claro) debían de sacarse de cuerpos imperfectos y que, unidos, podrían llevarse a la perfección de la piedra.
Ahora bien, tras tener el sulfato de plomo empieza la preparación del mercurio.
Una aclaración que recuerdo me hizo es que en lugar de preparar así el plomo, mediante ácidos, puedo usar galena que es sulfuro de plomo natural. La galena, por otro lado, está mencionada en muchos tratados, desde Fulcanelli hasta el Collectanea Chemica y Jean Dubuis.
EL MERCURIO FILOSOFICO
Tomo un recipiente de vidrio grande y dentro coloco el polvo blanco obtenido del plomo, unos 200 grms. Añado agua 1/4. Añado 15 grms de sal de amonio. Añado 100 gramos de Fuego Secreto.
Una vez que se disuelven las materias reitero 3 veces la añadidura del Fuego Secreto y el amonio. Si pongo mucho Fuego Secreto el compuesto se tornará amarillento casi marrón, y estará arruinado. Debe permanecer color blanco-amarillento.
Tras esto, lo filtro y añado tanto salitre como haya hecho de compuesto. Para filtrar puedes emplear los sobres de café. Según consejo del anciano, el nitrato de chile es mejor para la experiencia.
Esta operación, hasta aquí, es sin fuego. Porque el Fuego Secreto es suficiente por si mismo. No se requiere otra reacción de fuego externo.
Pero una vez coloco el Nitrato de chile (o salitre) pongo un fuego de vela, no más de 70ºC. Y bató durante 12 a 24 hs. Para esto deberas preparar con un motor o batidora a no mucha velocidad, un aparato encima del frasco con los compuestos. Yo usé un motor de un coche a control remoto. Y puse todo el compuesto en un frasco sobre un nido de arena para no excederme con la temperatura. Un agitador magnético es la solución por supuesto.
Es aquí donde he fracasado muchas veces. Pues debe formarse un cristal blanco por la superficie. Y recoger ese cristal que es nuestro Mercurio.
Una vez lo recoges lo guardas en la heladera, al abrigo de la luz. Como nace del plomo, un planeta frio y oscuro, dice los alquimistas, es conveniente esta prudencia. Creo que es un derivado de estas sales introducidas lo que se forma. Un químico nos podría sacar de apuros.
EL AZUFRE FILOSOFICO
El azufre filosófico se obtiene de forma muy sencilla, aunque cansadora. Tomo sulfato de hierro y agua de grifo. Lo pongo en una cacerola de acero bajo fuego hasta evaporar por completo el agua. La cacerola debe estar tapada, no más de 70ºC.
Quedará una formación primero verde, luego, marrón, y finalmente rojiza como sangre.
Pero llegar al rojo sangre es un proceso largo y tedioso, de varios "lavados", unos 21 lavados más o menos. No es tarea sencilla. Pero una vez en poder de ese compuesto rojo sangre, lo dejo secar hasta convertirlo en un polvo rojo. Lo puedo dejar secar bajo el sol.
Ya secó, según mi amigo, le añado un poquito de ácido sulfurico para limpiar posibles impurezas.
CONJUNCION
En un matraz grande, añado azufre y mercurio filosóficos preparados como expliqué arriba. Y uso de mediador la sal de amonio. Según mi amigo, se forma primero la negrura, el compuesto se tornará como dicen los tratados:
1. Negro.
2 Blanco.
3 Amarillo.
4 Rojo.
La proporción exacta es: 100 grms de Azufre + 100 grms de Mercurio + 15 grms de Amonio.
Lo encierro hermeticamente en el Matraz, sobre un fuego de arena muy bajo.
Primero se formará, como digo, el negro. Luego, dejo enfriar el compuesto, abro el matraz y vuelvo a echar el Mercurio y amonio. Entonces el compuesto, de nuevo bajo el fuego, se tornará blanco. Tras esto, dejo enfriar, vuelvo a abrir y colocar Mercurio y amonio. Lo coloco bajo el fuego y se tornará amarillento. Lo saco del fuego, vuelvo a abrir y colocar una vez más Mercurio y amonio. Así se llegará el rojo de la piedra y se formarán cubos agrupados entre si, tal y como describe Fulcanelli en sus tratados.
Para lograr esta cristalización evaporo abriendo el matraz. (o según mi amigo: puedo echarle una gota de ácido clohidrico.)
Lo que se efectuó aqui es el famoso RERERE que cita Fulcanelli en su libro, que conduce hasta la piedra. Según palabras de mi amigo, su consumo le dio una percepción distinta y claridad mental.
ALGUNOS CONSEJOS:
El Fuego Secreto debe tratarlo porque es el que forma el "agua de nuestro rocío", según palabras del anciano Enrique.
Pero es una materia viva, podriamos decir giñando un ojo a algun alquimista, como pueden apreciar en la imagen al costado. Aun en un recipiente cerrado, brotó hacía afuera , creciendo y huyendo del recipiente.
Según el anciano esto ocurre porque el agua o Fuego Secreto tiene vida. Según me explicó, esto demuestra una vez más que es el fuego secreto o agua que no moja las manos.
Otro consejo que me dio es que sin necesidad del fuego puede hacerse la conjunción. Durante el día, en un frasco sellado y protegido del sol, basta el poder de un sol fuerte para que se cocinen las sustancias.
Ahora bien. Fue en la última comunicación con mi amigo Enrique, el 31/12/2004, en una de mis improvisadas visitas a Mendoza, que me dijo que al llegar al amarillo, debo echar ácido clorhídrico, una gota, y dejar reposar. También me dijo que no hace falta fuego, sólo la luz solar.
ALGUNOS TEXTOS QUE CONCUERDAN CON ESTA VIA
"El toro y la vaca, el sol y la luna, el azufre y el mercurio, son , pues, jeroglificos de idéntico y designan las naturalezas primitivas contrarias, antes de su conjunción, naturaleza que el arte extrae de cuerpos mixtos imperfectos"
Fulcanelli , El misterio de las Catedrales, pg 143.
"Se encuentra en Saturno una gran proporción de Mercurio, no fijo sin embargo y volátil, una pequeñísima proporción de Azufre y, debido a esta pequeñísima cantidad de cuerpo frígido, no puede engendrar ningún calor"
Basilio Valentin, Sobre las Cosas Naturales y Sobrenaturales, pg 33
"En resumen digo que Saturno nació de poco Azufre, de poca sal, y de un abundante mercurio crudo y no maduro, que hay que considerar como una espuma que flota en el agua.."
Basilio Valentín, Sobre las Cosas Naturales y Sobrenaturales, pg 34
" Así pues la tintura del oro no existe en nada con más abundancia que en Marte y Venus...la tintura en la cual participa Venus puede igualmente ser descubierta en Marte , y ciertamente con una virtud más grande y más eficaz"
Basilio Valentín, Sobre las Cosas Naturales y Sobrenaturales, pg 16
"Por esto no rechazarás enteramente a Saturno...pues la piedra de los filosofos tiene en efecto en este metal el primer origen de su color resplandeciente, y la llave de su fijeza viene del influjo de este planeta por la putrefacción, porque no es posible producir el color negro partiendo del amarillo, si antes el color blanco no ha sido engendrado del negro"
Basilio Valentin, Sobre las Cosas Naturales y Sobrenaturales, pg 35.
LA FUENTE REAL DE LA OPERATORIA DE ENRIQUE , EL ANCIANO ALQUIMISTA DE MENDOZA
De todo esto que narré han pasado ya 19 años. Lo publiqué por primera vez en el blog Lapisphilosophorum1.blogspot.com y hoy día decidí transferirlo a este espacio, para que los lectores de esta casa lo tengan por primera vez completo.
Por entonces, años atrás, creía que los alquimistas, o los que perseguían esta ciencia secreta, eran todos bondadosos, que, a fin de cuentas, éramos del mismo club. Me costó aceptar las palabras de Cyliani que descree en esto mismo. No encontré gente más ambiciosa, vil, degenerada, mentirosa y tergiversadora que a los alquimistas modernos.
Pero ahora es justo que cierre esta historia narrando la persona que descubrió la operatoria, se la transfirió a Enrique y él luego a mi. Y como este hombre obtuvo conocimiento de la misma o por qué razón la encaró de esta manera.
Hace años atrás, tuve una entrevista inquietante con una persona de nombre F. Me contó muchas historias de su vida, que realmente me parecieron increíbles ronzando lo fantástico, y que incluí en mi libro Cazador de Misterios.
En un café del centro de Buenos Aires, Argentina, me relató con estas palabras (perdí la grabación que tenía y recurro a mi memoria) la siguiente historia:
- ¿Usted sabe cómo hacer la piedra?.
- Sí. Lo sé.
- ¿Y cómo descubrió este secreto, porque no es nada sencillo?.
- Pues hace tiempo atrás, en un bar de cierta región, una persona ingresó buscándome a mi. Tenía aspecto como de alemán, y me dio un recipiente con unas instrucciones. Al principio lo guardé todo y no le di importancia. ¿Quién era yo para que me diera eso? Pensé que se habría confundido, aunque igual lo guardé todo. Esta persona me dijo que volvería a verme más adelante. Pero todavía no lo hizo.
- ¿Qué le dio?.
- Un frasco con un polvo rojizo, pesadísimo, y un papel con unas instrucciones que decían que debía fundir plomo o mercurio y luego, añadir este polvo en una cantidad específica envuelto en cera.
- ¿Lo hizo?.
- Al principio no le di importancia, lo deje ahí archivado con otras cosas. Pero un día, aburrido, lo probé. Y cuando lo hice se despertó mi fiebre por el oro. Porque pude convertir un pedazo de mercurio en oro de la mejor calidad, según pude constatar con un especialista.
- ¿Así como así?.
- Sí, se produjo como un leve y suave estallido en el crisol, y todo se tornó dorado. Pensé que era un teñido o algo parecido, incluso un truco, pero al analizarlo con un orfebre me di cuenta que tenía oro en mis manos. Lo gasté todo intentando revelar cómo era que se hacía la piedra. Finalmente, luego de muchos años, de gastarme mucho dinero, descubrí el fuego secreto para hacerla.
- ¿Cuál es?.
- Pues se hace con ....
A continuación me explicó una “receta” del todo parecida a la vía del anciano de Mendoza, aquella que relaté arriba. Luego, también me enteré, porque en este mundilllo todo es pequeño, que era conocido del anciano Enrique.
Me dijo que no podía ponerla en práctica esa “fórmula” porque no tenía el espacio y el tiempo, y andaba medio mal de salud (había sido operado recientemente). No obstante, en su descripción, concordó con todos los detalles de la operatoria que me había contado, años atrás, Enrique.
¿Prueba que Enrique posiblemente haya tenido la piedra autentica? No lo sé. Pero sí es probable que la formula haya sido pasada hacia él por F. Algunos dirán que es un particular, como si transmutar tan simplemente se pudiera hacer con particulares.
Esta es la historia completa. Y al escribirla, cumplo lo que un día me pidió Enrique, tomándome del hombro y mirándome muy serio cuando le dije por qué me contaba todo esto: "para que me recuerde".
Hoy 7 de enero de 2023, a muchos años de todo aquello, cumplo su petición.
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(*)Fulcanelli dice: "Sea como fuere, prosiguiendo la acción del cuarto grado del fuego, el compuesto se disolverá por sí mismo y se sucederán nuevos colores hasta que un rojo débil calificado de flor de melocotonero, que se vuelve poco a poco más intenso a medida que se extiende la sequedad, anuncia el éxito y la perfección de la obra. Enfriada, la materia ofrece una textura cristalina hecha, al parecer, de
pequeños rubíes aglomerados, raras veces libres, siempre de elevada densidad y de fuerte brillo, con frecuencia arropados en una masa amorfa, opaca y roja llamada por los antiguos la tierra condenada de la piedra." El parecido con lo que vi, es más que llamativo.